miércoles, 28 de septiembre de 2016

Ni Clinton, ni Trump. Los millennials

(este artículo fue publicado originalmente en los diarios del grupo Vocento, El Norte de Castilla, El Diario Montañés, La Verdad de Alicante y Las Provincias los días 28 y 29 de septiembre de 2016)

Obama lo sabía.  Los millennials, los jóvenes nacidos a finales de los años 80, fueron decisivos en su triunfo electoral en las dos pasadas elecciones presidenciales. Ahora la llamada "generación y" parece que también puede inclinar la balanza hacia Hillary Clinton si van a votar, o hacia Trump, si se quedan en casa y no acuden a su cita con las urnas.

Según las últimas publicaciones del US Census Bureau del mes de abril, el número de millennials alcanzó los 75,1 millones, sobrepasando por primera vez al hasta ahora segmento demográfico más numeroso, los baby boomers -que protagonizaron la explosión demográfica de los 50- ahora son 74,9 millones y tienen edades entre 51 y 69 años.   Lo más revelador de esos datos, es que el 40% de los así denominados millennials, son de origen hispano y asiático, y como el resto de los jóvenes, se inclinan en su gran mayoría por las propuestas demócratas.  Obama capturó su admiración, utilizando un estilo de comunicación fresco y mensajes dirigidos a ellos, y sobre todo, haciendo uso de los medios de comunicación que la generación del milenio entiende: redes sociales, móviles, audiovisuales...

Estas elecciones se presentan algo distintas. No sólo porque los dos candidatos podrían ser sus abuelos, y con achaques como estamos viendo, sino por otro factor intestino del partido del burro. El masivo apoyo que obtuvo Bernie Sanders entre los jóvenes en las primarias demócratas, con sus vehementes demandas de libertad y equidad social, ha desfigurado la percepción de la candidata demócrata entre esta cohorte de edad. Hillary Clinton, a quien la mayoría de los millennials perciben como una persona epítome del establishment, alejada de sus pensamientos y costumbres, hace que tengan muchas dudas en apoyar la candidata demócrata o quedarse en casa nostálgicos, viendo videos del senador Sanders. Trump les parece de otro planeta, pero Hillary no despierta la ilusión, que en su día emanó el todavía idolatrado presidente Obama o hace unos muy pocos meses el venerable revolucionario senador por Vermont.   Un reciente sondeo del New York Times concluye que para lo jóvenes americanos ni Clinton, ni Trump son hoy las opciones.

En un intento de contrarrestar esa patente apatía de los millennials hacia el voto a Hillary Clinton, los estrategas de campaña están promoviendo de manera decidida, el voto anticipado por correo, posible solo en 33 estados.  Con este movimiento, la candidatura demócrata busca captar los votos de los millennials, animándoles a votar anticipadamente y así evitar la posibilidad de que finalmente se queden en casa el día de las elecciones. Pero como se ha visto en recientes contiendas electorales en el ámbito internacional, sin ir más lejos, el todavía sorprendente Brexit, la disputa generacional en la pelea presidencial se presenta apasionante con inciertos resultados.  En Reino Unido, las encuestas daban ganadora a la opción preferida de los millennials, pero la batalla la ganaron los motivados “boomers”, que no se quedaron en casa y fueron a votar en masa.  En España durante la última campaña electoral parecía que sólo las personas mayores apoyaban al PP pero volvió a ganar en junio las segundas elecciones en seis meses.

Los millennials han llegado también a la política y ya no sólo quitan el sueño a los directores de recursos humanos de las grandes compañías por su rebeldía o a los responsables de marketing por su infidelidad a las marcas sino también hasta el mismísimo futuro presidente de los Estados Unidos de America.

Iñaki Ortega es director de Deusto Business School y publicó en 2014 el libro Millennials, inventa tu empleo.


Gregorio Bustos es directivo de empresa y actualmente está cursando en USA un Master en la Kennedy School of Government de Harvard. 

martes, 27 de septiembre de 2016

Campeones nacionales

(este artículo fue publicado originalmente en el diario El Economista de El Salvador el día 20 de septiembre de 2016)

El fenómeno de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) junto al de las personas emprendedoras se ha vuelto global‎. No hay país del mundo que no se esté volcado para conseguir que sus MIPYMES tengan mayores facilidades para crecer y por tanto generar riqueza y empleo. El presidente Obama ha dedicado buena parte de sus discursos en los debates del Estado de la Unión a poner en valor la capacidad de innovación de las startups, hace unos días el presidente Macri de Argentina presentó su ley de emprendedores, Mariano Rajoy en España prometió y cumplió que una de las primeras leyes de su mandato sería la de apoyo a los emprendedores.


Pero además no hay gran empresa que se precie que no esté promoviendo programas de apoyo a las nuevas empresas, desde cerveceras a grandes empresas de comunicaciones, pasando por gigantes como Microsoft o Google. ¿Qué es lo que ha sucedido para que los grandes quieran apoyar a las pequeñas? Desde los años 70 existen evidencias que demuestran que los territorios más prósperos son aquellos que tiene un potente tejido empresarial  ‎de MIPYMES. De hecho las pioneras investigaciones del profesor Birch[1] del MIT consiguieron demostrar que desde los años 80 a nuestros días todo el empleo neto en Estados Unidos era creado por las PYMES.
Pero hemos tenido que esperar a estos últimos años para que la combinación de tecnología y globalización haya hecho posible que sea más fácil innovar en una pequeña empresa que en una corporación. Así lo están demostrando pequeños emprendedores en sectores como la música, la energía, el turismo o el trasporte por sólo citar algunos. Estos días se han reunido en San Salvador, convocados por el Centro Regional de promoción de la MIPYME (CENPROMYPE), representantes de gobiernos de la región y parlamentarios del Foro de Presidentes de Poderes Legislativos de Centroamérica y la Cuenca del Caribe(FOPREL) para hablar de este importante fenómeno. Ilustres expertos universitarios europeos y americanos, así como economistas de organismos internacionales han ratificado la importancia de las pequeñas unidades mercantiles para conseguir cuotas de prosperidad en la región. Pero también hemos conocido como Centroamérica no está lejana a la tendencia global y nuestros gobiernos están dando importantes pasos para reducir la burocracia, apoyar la financiación a través de capital semilla o promover la compra pública ‎del Estado hacía las MIPYMES. Todos los asistentes pusieron además en valor la capacidad de trasformación de la política y la función pública en favor de una sociedad más justa y prospera.
Después de dos jornadas de intensos debates, CENPROMYPE se atreve a proponer un modelo para Centroamérica y el caribe, con el que los gobiernos y parlamentos puedan aprovechar el potencial de las MIPYMES a favor del desarrollo de sus territorios. Tiene una  fórmula nemotécnica que hemos bautizado como las cuatro C, la misma C de Centroamérica.
La primera C es la de CONSEJO. Se trata de tener la humildad suficiente y antes de actuar desde lo público, pedir consejo a las propias MIPYMES de cuáles son sus principales problemas. Para ello, se han propuesto fórmulas diferentes como la creación de comisiones informativas en los parlamentos, foros nacionales que aglutinen a todos los agentes o consejos asesores de los gobiernos; sin olvidar la necesidad de consultar los informes internacionales como el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) que analizan con rigor los obstáculos para emprender en nuestros países.
La segunda C es la de COOPERAR. La teoría económica nos ‎explica que para que las MIPYMES no mueran ha de construirse lo que se denomina un ecosistema empresarial. El concepto explica que son muchos los agentes que han de favorecer el crecimiento de las MIPYMES y que todos y cada uno ellos  son importantes actuando como eslabones de una cadena que no ha de fallar. Los diferentes agentes públicos, privados y de conocimiento han de colaborar lealmente por un buen fin: tener más pequeñas empresas que aportarán riqueza y empleo. En el foro de El Salvador se han conocido experiencias de cooperación entre diferentes ministerios, entre grupos parlamentarios de diferentes corrientes ideológicas para sacar adelante leyes de mejora de las condiciones de este colectivo y colaboraciones público-privadas de financiamiento de MIPYMES. Honestamente pensamos que como en una orquesta, si todos los agentes involucrados en una economía estamos alineados en esta tarea la música sonará con armonía.
La C de CUSTOMIZAR es la tercera de esta peculiar fórmula para apoyar el emprendimiento de la región. Customizar no es copiar directamente los casos de éxitos de otros países, sino adaptarlos a la realidad local y sus particularidades. Lo que funciona en California o Chile no tiene porqué servir para El Caribe o Centroamérica. Conseguir buenas prácticas locales es un reto que sólo se conseguirá si aprendemos de los éxitos ajenos, pero también de los fallos propios a la hora de implementar políticas públicas para el emprendimiento.
Por ultimo sin la C de CONTRASTAR no hay posibilidad ‎de saber si los esfuerzos públicos son eficientes. Promover indicadores rigurosos que midan la eficacia de las políticas públicas a favor de las MIPYMES sin duda redundará en que las administraciones públicas consigan más éxitos. Ya hay países, por ejemplo el Reino Unido que usan rathios ‎como el ROI (return on investment) para evaluar sus actuaciones a favor de las pequeñas empresas.
El mundo entero siguió con atención los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro a la espera de que nuestros deportistas nos dieran un éxito para nuestros países, nosotros estamos seguros que con una estrategia coordinada a favor de las MIPYMES y las personas emprendedoras conseguiremos muchos campeones nacionales, muchas micro empresas que crezcan y que nos den otras alegrías, no medallas de oro, sino muchos empleos y riqueza para nuestras naciones.
Ingrid Figueroa es directora ejecutiva de CENPROMYPE
Iñaki Ortega es director de Deusto Business School de Madrid

[1] Birch David (1979), “The Job Generation Process”, mimeo, MIT Program on Neighbourhood and Regional Change, February 1979.


martes, 13 de septiembre de 2016

Panamá, Soria y los nuevos empleos

        (este artículo fue publicado originalmente el 13 de septiembre de 2016 en el diario El Economista)
"John Doe ‎finalizó su manifiesto destacando la importancia del acceso ciudadano al conocimiento y a la información, anunciando con optimismo que ha comenzado una nueva era y que la próxima revolución será digitalizada" Estas palabras podrían ser las de cualquier gurú de la llamada industria 4.0 que pontifica sobre cómo nuestro empleo lo ocupará un robot. Pero no es así. John Doe no es profesor de Harvard ni candidato al nobel de economía, es simplemente el pseudónimo que utilizó la fuente anónima que desveló los papeles de Panamá en abril de este año. Esa frase fue su motivación última para desatar una tormenta global causada por el descubrimiento de miles de empresarios y políticos que ocultaban bienes en sociedades opacas.
Los papeles de Panamá han vuelto estos días a la actualidad con el posible nuevo trabajo del ex ministro Soria en el Banco Mundial. Aprovechemos la polémica para poner algo de luz al sombrío panorama que se nos pinta, esta vez con la llegada de la inteligencia artificial y otras disruptivas tecnologías. Los primeros meses del 2016 estuvieron marcados por la difusión por parte del periódico alemán Süddeutsche Zeitung  de una gigantesca base de datos del bufete Mossack Fonseca con información de personalidades, entre ellas el señor José Manuel Soria, que presuntamente habrían defraudado al fisco usando sociedades residenciadas en el istmo centroamericano. Casi a la vez en el tiempo y en el espacio, el Foro Económico Mundial desde Davos, Suiza, alertaba de que la mitad de los empleos actuales serán sustituidos por robots‎ en menos de una década.
Pero qué tiene que ver los papeles de Panamá y un ministro cesante con la llamada tercer revolución industrial. Pues mucho y si continúan leyendo lo descubrirán. Porque para que los papeles de Panamá se convirtieran en noticia mundial fueron necesarias algunas cuestiones, inéditas hasta ese momento, que están muy relacionadas también con el nuevo empleo que viene y habrá que cumplir para no caer en el foso de la llamada brecha digital:
‎1. Manejo de la Tecnología‎. La cantidad ingente de información “robada” del bufete panameño solo pudo purgarse gracias al uso del big data. Los periodistas involucrados en la investigación han tenido que ser a la vez tecnólogos para responder con éxito al desafío de bucear en esas bases de datos con millones de registros.‎  En el futuro próximo la mayoría de profesiones se hibridaran con la tecnología, tendremos periodistas-tecnólogos así como abogados-programadores o economistas-matemáticos‎.
2. Autónomos, startups y grandes empresas trabajando juntos. 400 periodistas de 109 medios tan diferentes como la BBC o Le Monde pero también decenas de profesionales independientes y nuevos medios de comunicación todos movilizados en el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación que lideró el trabajo de la exclusiva. El fenómeno wikipedia llegará a multitud de especialidades usando el potencial del crowdsourcing, también conocido como conocimiento abierto. Las empresas pasarán de tener sus laboratorios de I+D protegidos por patentes a fichar expertos en innovación abierta.
3. Economía colaborativa.  De igual a igual, P2P (peer to peer) lo llaman los expertos. En el proceso de descubrir estas sociedades off shore, no importó colaborar a medios que eran competidores o de lugares tan diferentes como Alemania y Nigeria o Canadá y Bolivia por citar solo algunos de los 76 países en los que se publicó la investigación de este fraude masivo. La economía colaborativa ha llegado para quedarse y desembarcará cada año a más industrias como ya estamos viendo que ha ocupado los medios de comunicación pero también la hotelera o la del trasporte. ‎La propiedad dejará paso al uso, y nos igualaremos con las empresas fabricando desde casa. Como ha pronosticado Jeremy Rifkin seremos "prosumidores", productores y consumidores a la vez y las grandes corporaciones querrán atraer a ese tipo de nuevos profesionales
4. Fin social. Ni la "garganta profunda" ni los medios de comunicación del casopanameño buscaban ganar dinero con la denuncia. Pero tampoco querían que les fuese gravoso y buscaron conjuntamente la vía de hacer sostenible económicamente el objetivo último de evitar la evasión fiscal. La innovación social será una potente fuente de generación de igualdad de oportunidades con los emprendedores sociales liderando el proceso. La RSC de las empresas dejará de ser asistencialismo para situarse en el core business de las compañías y los que tengan esas habilidades encontrarán trabajo rápidamente. Lo social vuelve a primera plana porque la sociedad se ha empoderado y el poder ya no podrá actuar a su libre albredio. La candidatura de Soria decayó por‎que hoy las sociedades tienen memoria.

5. Colaboración público-privada. Toda la información fue puesta a disposición de las autoridades competentes por parte del consorcio privado de investigación dando lugar a investigaciones gubernamentales en una treintena de países. La existencia de verdaderos ecosistemas de conocimiento en los territorios donde cooperen las administraciones públicas, las universidades y las empresas será sinónimo de dinamismo económico. Pasará a la historia el laissez faire pero también el colectivismo. 
En definitiva, nunca podrá sustituir una máquina a un trabajador que sea capaz de inventar eficiencias en procesos sobre la base de sus contactos y experiencias previas en otras empresas o sectores. La interacción entre personas será una barrera insalvable para robots frente a los trabajos manuales y repetitivos en los que será muy fácil irrumpir para la inteligencia artificial.

La desazón que sienten muchos ciudadanos en todo el mundo por el temor a perder su empleo ante la catastrofista amenaza de la irrupción de la tecnología llevó hace unas semanas al mismísimo presidente Obama a pedir calma y a armarse de conocimiento para esa batalla. Por mi parte solo me atrevo a pedir a los lectores preocupados que se apliquen el cuento de los papeles de Panamá ycomprueben si están a tiempo de adaptarse a ser tan buen profesional como tecnólogo,  a tener las habilidades necesarias para pactar con el diferente yconciliar lo económico con lo social. Pero también no olviden que mentir tiene siempre consecuencias porque está sociedad ya no olvida. Es el mundo que viene.

Iñaki Ortega es doctor en economía y Director de Deusto Business School

domingo, 4 de septiembre de 2016

Los insurgentes



(este artículo fue publicado originalmente el domingo 4 de septiembre de 2016 en el diario ABC)

La palabra incumbente no existe en el idioma castellano, es un calco del inglés, se usa para referirse “a los que están”. En economía llamamos incumbentes a aquellas empresas que llevan años en un mercado y que disponen de una posición de dominio precisamente por ello. En cambio la voz insurgente sí aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE); dos son los significados sugeridos: levantado y sublevado, en ambos la acción o si quieren la reacción, esta muy presente.

La actual dirección de la RAE se ha caracterizado por su dinamismo para incorporar nuevas entradas cuando su uso es habitual. Más pronto que tarde incorporará a los incumbentes porque el fenómeno que define la situación económica del momento les ha puesto en el punto de mira debido a que unos agentes nuevos, los insurgentes -jóvenes emprendedores-, les están desplazando del liderazgo que han disfrutado en las últimas décadas.

Hoy los jóvenes tienen en su poder armas inéditas, hasta ahora, para su empoderamiento y han empezado a usarlas. La tecnología y el capital están a su disposición y por primera vez en la historia no importa donde nazcas o si dispones o no de dinero...si tienes talento puedes conseguir que tus ideas se hagan realidad. El vehículo de este fenómeno es el emprendimiento. En los años 70 si querías cambiar el mundo montabas una banda de rock, hoy los jóvenes idealistas crean una startup. Esta tendencia se ha convertido en global y Latinoamérica no es una excepción. Si repasamos los mejores expedientes de los egresados en las universidades de la región veremos que se han convertido en emprendedores, algunos ya creando cientos de empleos y recibiendo inversiones millonarias. Sus ámbitos de actuación son nuevos, modelos de negocios que nadie reparó antes pero que están funcionando. La venta de entradas online, las nuevas bebidas, los tractores autónomos, la segunda mano por internet…son ejemplos de sus disrupciones.

Los emprendedores están obligando a que la mayoría de las industrias se reinventen. Pronto serán todos lossectores los que habrán de cambiar hacia un nuevo modelo en el que quien no lo haga, verá como esosinsurgentes, revientan su mercado con sus innovaciones. Unos jóvenes suecos que con 24 años crearon Spotify cambiaron la industria de la música con las descargas online, dos startups de ventiañeros como Uber y AirnBnb han revolucionado el mundo del trasporte y el turismo; ¿tendríamos tarifa plana en nuestros teléfonos sin el talento de un valiente emigrante ucraniano que creó Whatsapp?; comunicarse nunca será lo mismo gracias a la empresa que fundo Marc Zuckerberg con 20 años y la seguridad en internet tiene un antes y después de que el emprendedor guatemalteco Luis Von Aul crease los captchats, esos números torcidos que tenemos que escribir antes de rellenar un formulario en línea. Podríamos seguir dando ejemplos de jóvenes emprendedores que amenazan años de tranquilidad de las empresas incumbentes, pero no tendríamos suficiente espacio en esteartículo.

El Foro Económico Mundial, reunido como todos los años en Davos, pronosticó este mes de enero que el 65% delos empleos del 2020 ni siquiera existen en este momento. Por ello si quieres predecir el futuro, habla con losemprendedores, visita las incubadoras y aceleradoras donde se alojan. Están muy cerca de tu lugar de trabajo o residencia y están inventando el futuro de la economía.

Si a estas alturas de la presente reflexión todavía hay algún incrédulo le animamos a que lea atentamente esta explicación: en los bolsillos de los chicos y chicas de hoy tienen en sus smartphones más capacidad de computación que todos los ordenadores de la NASA cuando el hombre llego a la Luna… y la están empezando a usar. Tienen acceso, de manera libre, a todo el conocimiento de la historia; pueden hacer llegar a los inversores de Boston, Israel o Londres sus planes de negocio porque todos quieren invertir en ellos; no hay gran empresa en el mundo que no esté detrás de su trabajo para acelerar sus startups y de paso "contagiarse" de sus innovaciones.

El estudio de los ecosistemas más dinámicos ha demostrado que papel de las instituciones en este terreno es clave con actuaciones concertadas de gobiernos, normas y sociedad civil. Así también lo han entendido los Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamerica que celebrarán en octubre de este año en Cartagena de Indias su XXV Cumbre que tendrá, como tema principal "Juventud, Emprendimiento y Educación"

La historia nos ha enseñado que se llega más lejos sumando fuerzas y no restando. No hagamos de este momento una batalla entre insurgentes e incumbentes, entre los nuevos y los viejos, entre los  emprendedores y las empresarios. Al contrario, el crecimiento será exponencial si trabajamos juntos. Esta ideal, asumida por el organismo internacional de juventud -OIJ- se traduce en el Pacto Iberoamericano por la Juventud que, entendido como un nuevo contrato social y estrategia regional, convoca a una alianza de diferentes actores que se concrete en políticas, programas y proyectos destinadas a las personas jóvenes.
Las startups están reinventando el capitalismo para volver a sus esencias. Mercados en el que no haya asimétricas de la información, con menos barreras de entrada y salida, en el que el talento sea lo que determine el éxito y no los "contactos". Pero si todo ello no fuera suficiente además estos jóvenes están consiguiendo con sus disrupciones que el mundo sea mejor, más decente.

Vivimos uno de los mejores periodos de la historia para ser joven. Aprovechar ese potencial al servicio de la humanidad nos exigirá a todos, con independencia de nuestra edad, una tarea: levantarnos de nuestra comodidad para  colaborar y cooperar con humildad.


Por Max Trejo, secretario general del Organismo Internacional de Juventud (OIJ) e Iñaki Ortega, profesor y director de Deusto Business School

jueves, 1 de septiembre de 2016

Son los emprendedores, estúpido

(este artículo se publicó originalmente en el diario económico CINCO DÏAS el día 1 de septiembre de 2016)

Se cuenta que durante la campaña electoral de 1992 que enfrentó a George Bush y Bill Clinton en el  cuartel general de los demócratas había un cartel bien visible que mandó colocar James Carville y que fue clave para el desenlace final. El asesor del marido de Hillary Clinton asumió el reto de luchar contra el entonces invencible presidente texano usando unas armas modestas frente a los grandes éxitos en política exterior de Bush padre. Modestas porque se referían a la vida cotidiana de los votantes americanos y sus necesidades más inmediatas. “Es la economía, estúpido” era la frase puesta en ese cartel que se convirtió en una especie de eslogan no oficial de la campaña de Clinton que inopinadamente le llevó a la Casa Blanca al identificarse precisamente con las preocupaciones más acuciantes de los votantes americanos. Desde entonces la frase se ha instalado en la cultura electoral de todo el mundo para referirse en los debates políticos a poner la atención en lo esencial de determinados momentos históricos.

Hace unos meses unos profesores de las universidades de Deusto e ICADE Business School analizamos los programas electorales de los cuatro principales partidos españoles. Las conclusiones de este estudio fueron explicadas en un artículo en las páginas de este mismo periódico (26-2-16) y mostraban, sorprendentemente,  coincidencias mayúsculas en lo referido a las materias de emprendimiento e innovación en dichos programas y en los posteriores documentos base para los eventuales pactos. Los partidos de Rajoy, Sánchez, Iglesias y Rivera apostaban por mejorar las condiciones de los emprendedores usando los resortes de lo público para ello y reconocían que sin la capacidad de innovación de los pequeños y nuevos empresarios no hay posibilidad de aumentar el bienestar en nuestro país.

Ahora la historia se ha vuelto a repetir y el debate de investidura del Congreso de los Diputados ha estado precedido por un acuerdo de 150 compromisos entre el Partido Popular y Ciudadanos en el que los emprendedores han sido los absolutos protagonistas con más de 40 medidas puestas negro sobre blanco. Pero es que el PSOE unos meses antes pactó con  el partido de Albert Rivera un similar acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez que en una clara declaración de intenciones comenzaba con un capítulo dedicado al emprendimiento y la innovación.

Por si fuera poco, ayer en el hemiciclo, el único nexo común en las broncas intervenciones de los representantes de PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos fueron sus menciones a los emprendedores, al esfuerzo de ser autónomo en  nuestro país y a la necesidad de apoyar más la ciencia y la innovación desde lo público. Repasen los documentos suministrados por los partidos con las transcripciones de los discursos de sus líderes y verán que no me equivoco.  Si James Carville  escuchase los ecos de la Carrera de San Jerónimo reformularía hoy su mítica frase para decir “son los emprendedores, estúpido”.

Porque los emprendedores son los creadores de la mayoría del empleo neto creado en nuestro país. Porque emprender es la vía para innovar y mejorar los mercados haciéndolos más eficientes. Porque emprender es generar riqueza para la sociedad y la forma de sostener el Estado de Bienestar. Porque emprender es luchar contra las injusticias de los oligopolios. Porque emprender es sinónimo de cohesión social y la vía para empoderar a muchísimos jóvenes españoles. Porque emprender es el vehículo más idóneo hoy para promover cambios sociales y estar preparado para el nuevo empleo que está llegando con la tercera revolución industrial.

“Espíritus animales” es un término acuñado en 1936 en el libro Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero. John M .Keynes utilizó en el manual ese símil para explicar que en ocasiones las decisiones de los agentes económicos están basadas en una irracional espontaneidad por actuar, en detrimento de un estudio ponderado de los beneficios o perdidas de esa decisión. Siguiendo la estela de ese consenso tácito por los emprendedores de las cuatro fuerzas políticas ahora toca no sucumbir a los espíritus animales que piden -como aquellos tambores de guerra- venganzas o desenterrar viejos odios. Más bien al contario toca usar lo que nos diferencia de los animales que es el sentido común. Hoy ese sentido común pide a los partidos políticos españoles de nuevo pensar en lo esencial, en lo que realmente importa que es mantener y mejorar las condiciones que hagan posible que España cree empleo y por tanto pueda ser un país donde vivir dignamente.


Iñaki Ortega es doctor en economía y Director de Deusto Business School