(Publicado el día 27 de marzo en la revista Grazia)
Una de las cosas en las que me dio tiempo a pensar durante las más de tres horas y media que me llevó acabar el Maratón de San Sebastián es lo mucho que se parece emprender un negocio a una carrera de larga distancia.
Ambas actividades exigen preparación: uno no puede correr 42 kilómetros sin estar bien entrenado, pues de lo contrario se arriesga a no poder terminar, e incluso a lesionarse. Pasa lo mismo con la formación cuando uno se lanza a montar su propio negocio; sin ella, es muy dificil que el proyecto llegue a buen término.
Asimismo, la normas sociales desempeñan un papel decisivo en la actual moda por el running y los emprendedores; cada vez más gente se pone en forma con este deporte porque ha calado en nuestra sociedad las bondades del ejercicio. Necesitamos lo mismo para las nuevas empresas, y eso es mas fácil con modelos sociales a los que imitar.
Pero la verdadera intersección entre crear tu empresa y una carrera de fondo está en la actitud que debe tener quien quiere llegar a la meta, que no es otra que querer, de verdad, terminar; o lo que es lo mismo, tener fe inquebrantable en tu idea. Asi terminé yo la maratón y así podrás tener éxito con tu negocio.