domingo, 29 de diciembre de 2013

Ideas

(Artículo publicado el 18 de noviembre en el periódico ABC)


Las ideas de quienes crean, montan negocios, generan valor añadido no entienden ni de nacionalidad ni de ideología. Lo que hace que unas tengan más éxito que otras son las facilidades que determinados territorios dan a las personas con talento para que pongan en marcha sus iniciativas.

La ciencia económica viene prestando en las últimas décadas mucha atención a las interrelaciones entre la iniciativa empresarial y las instituciones sociales y políticas para explicar el crecimiento económico. Para una mayoría de entendidos, el progreso a largo plazo sólo puede lograrse cuando en un territorio se dan las condiciones de libertad y estímulo para que sus empresas e individuos desarrollen actividades económicas.

Bajo este prisma, lo público -en su doble faceta de garante de los derechos fundamentales y ordenador de la economía- importa, y mucho. Mientras que en Estados Unidos los gobiernos han tenido siempre una gran sensibilidad por la labor que desarrollan los pequeños empresarios, en España sólo en los últimos tiempos se ha empezado hacer una política realmente consecuente con ellos.

Con la llegada de la democracia, el País Vasco ha tratado de ir por delante en el impulso del clima empresarial, articulando actuaciones que van desde la creación de la SPRI y de las primeras incubadoras por las diputaciones forales hasta la pionera ley vasca de la actividad emprendedora. Y todo eso a pesar del enorme lastre de la violencia de ETA, del ambiente de coacción que vivía una parte de la sociedad vasca y que, en el caso de los empresarios, con frecuencia, se convertía en extorsión, cuando no en asesinato.

Dos conocidos economistas, Acemoglu y Robinson, han puesto de relieve en el libro Why nations fail que a largo plazo sólo pueden prosperar los territorios inclusivos en los que el marco institucional es realmente participativo y no constriñe la iniciativa individual. Los países que fallan son aquéllos con instituciones que no fomentan la libertad, la igualdad de oportunidad o desincentivan la actividad empresarial con subidas de impuestos.

Ciertamente, en este terreno, hemos mejorado mucho y en relativamente poco tiempo, tanto en España como en el País Vasco; somos una sociedad democrática, plural, tolerante y cada vez más emprendedora. Pero no podemos bajar la guardia ante la magnitud del reto que tenemos por delante, que es acelerar la salida del país de la que ha sido la peor crisis económica de nuestra historia democrática.

Cuanto más grandes son las dificultades más necesitamos sumar esfuerzos. Así pues, tomemos nota de las fórmulas que están siguiendo las naciones más inclusivas para volver a crecer. Fomentar la innovación, el emprendimiento, la internacionalización y, en definitiva, todo aquello que puede ayudar a llevar lejos el potencial que reside entre nosotros es el camino a seguir. No hacerlo es no tener “ni idea” de lo que han practicado los países más dinámicos en todo el mundo.

Hoy se hace imprescindible alinear los esfuerzos de las instituciones vascas con el prestigio y fortaleza de herramientas estatales como por ejemplo el ICEX para que las pymes vascas afronten con garantías su expansión internacional. Todos los esfuerzos serán pocos.

De nada servirá que el País Vasco sea un país lleno de ideas si éstas no encuentran salida porque, como opinaba Santiago Ramón y Cajal -en un tiempo, por cierto, no menos complicado que el actual- o se hace algo con ellas pronto o pierden su valor.

Iñaki Ortega. Doctor en economía
Arantza Quiroga. Presidenta PP vasco

viernes, 27 de diciembre de 2013

Mi ranking del 2013

Estos días en los que es imposible no encontrar en internet, en un periódico, programa de radio o televisión listas de todo tipo: por ejemplo de las noticias del año, de los tipos más influyentes del 2013, de los 100 personajes mas ricos del planeta, hasta de las mayores meteduras de pata...a mi me gustaría no ser menos y hacer mi ranking particular de los cinco libros que mas me han influido los últimos 12 meses.

Allá va:



1. Por qué fracasan los países. D. Acemoglu y. J.Robinson. Editorial Deusto

Más información sobre el libro


2. El fin del poder. M. Naim. Editorial Debate

Más información sobre el libro


3. Israel.Startup Nation. S. Singer y D. Senor . Editorial Council of Foreign Relations

Más información sobre el libro


4. Crónicas de un emprendedor. G. García-Brusilovsky

Más información sobre el libro

5.Aprenda a hablar sin miedo. G. Davies. Editorial Conecta

Más información sobre el libro


6. Políticas publicas para los emprendedores. I. Ortega. Editorial Euroeditiones.

Más información sobre el libro


NOTA: Sí ya se que he dicho cinco libros y he puesto seis!!! y sí el último libro lo he escrito yo!! Pero después de pasarme todo el 2013 presentándolo por media España como para que no me haya marcado...

viernes, 20 de diciembre de 2013

Los estartaperos

(Artículo publicado el 7 de diciembre de 2013 en el Diario Expansión)



Cada profesión tiene su argot particular, y quienes quieran sacar adelante una startup lo primero que tienen que hacer es familiarizarte con un nuevo esperanto que se habla tanto en Palo Alto como en Vallecas.

Hayas escrito tu plan de negocio en una servilleta o en un canvas, necesitarás buenas ideas y algo de dinero para convertirte en CEO (Chief Executive Officer) de tu propia empresa. Si la financiación sale de tu bolsillo o del de algún primo, sea familiar o no, entonces estás recurriendo a las socorridas tres Fs (friends, fools and family). Cuando el apoyo de tu entorno es sólo anímico no te quedará más remedio que hacer bootstrapping, es decir apañártelas con los recursos que tienes a tu alcance.


Por el contrario, si tu idea es captar un inversor profesional, entonces lo que necesitas es ‘levantar’ dinero. Muchos emprendedores buscan a los business angels y a los VC (Venture Capital). Unos y otros proporcionan equity, es decir, capital, con la esperanza de tener en el futuro un lucrativo exit, que es como se denomina la salida a través de la venta de sus participaciones.

Una vez tengas claro que necesitas seed capital -inversión de arranque-, es imprescindible que elabores un pitch destinado a seducir a tu interlocutor en el tiempo que se tarda en coger el ascensor. Si eres convincente vendiéndole las bondades de tu startup eso te proporciona un track record sólido y es probable que el inversor te vea digno de alimentar su deal flow, esto es, su cartera de proyectos. En este caso, se iniciará una negociación que acabará plasmándose en una term sheet. Si aceptas esta oferta lo que haces es cerrar una ronda de inversión y es excusa suficiente para invitar a todo el equipo a otro tipo de rondas en algún bar.

Tras la resaca de la celebración, te darás cuenta muy pronto de que el nuevo dinero que llega te ha liberado de unas preocupaciones pero te ha generado otras, ya que tus inversores insistirán constantemente en las métricas, que son el nombre con que se suelen referir a los indicadores claves de la marcha de tu negocio. Por descontado deberás estar familiarizado con los anglicismos que han colonizado nuestro acervo financiero como cash flow, ebitda, working capital o break even y si tu negocio es de Internet, prepárate porque en este caso oirás hablar de sindicaciones, afiliaciones y conversiones, con un significado muy diferente al del diccionario amén de un repertorio de siglas (SEO, SEM, ROI…) que nunca aparecerán en él.

Aunque la mayoría de los términos que han venido poblando este nuevo dialecto carecen del beneplácito de la RAE, no te preocupes porque esta nueva tribu de los “estartaperos” es disruptiva también en esto.

Y si, por desgracia, tu negocio cierra míralo por el lado bueno y recuerda que FAIL en inglés es también un acrónimo que significa First Attempt In Learning.

Iñaki Ortega. Profesor y Doctor en economia.