domingo, 28 de abril de 2013

Jurassic PARK


(Artículo publicado el día 27 de abril en el Diario Expansión)

Sufrimos un periodo de crisis en el sentido moderno de la palabra, ése que hace referencia a una situación difícil o complicada; pero también en su sentido etimológico, aquél que evoca un cambio profundo. Es en el terreno de la economía donde más se están dejando notar tanto las dificultades como las transformaciones.

Una de las mutaciones más visibles del sistema productivo es la que están protagonizando  los emprendedores, quienes parecen estar desplazando poco a poco a la gran empresa como palanca de empleo y crecimiento. La evolución que ha sufrido este colectivo a raíz del estallido de la crisis –en su doble acepción- se asemeja a la que desencadenó el meteorito que chocó contra la Tierra hace 65 millones de años. 



Por aquel entonces,  los dinosaurios, como las multinacionales durante casi todo el siglo XX, llevaban mucho tiempo dominando el planeta en virtud de unas condiciones medioambientales privilegiadas, las cuales les ayudaron a alcanzar unas dimensiones enormes. El mamífero, que para nosotros aquí es el emprendedor, difícilmente podía competir con ellos en ese entorno, por lo que,  aunque coexistía con los reptiles en todas partes, permanecía en un segundo plano, no llegando nunca a superar el tamaño de un roedor actual.

Unos miles de años antes del cataclismo que precipitó la extinción de los dinosaurios, este tipo de animales ya estaba en declive debido a una serie de cambios geológicos y climáticos que venían alterando significativamente las condiciones de vida sobre la Tierra, y que en nuestra metáfora pueden identificarse con la revolución tecnológica acaecida a finales del siglo pasado. Los grandes reptiles, con una capacidad de adaptación reducida, empezaron a tener serios problemas para mantener su supremacía; todo lo contrario que los mamíferos, que no sólo no se vieron perjudicados por la nueva situación, sino que se beneficiaron de ella, comenzando gradualmente a ocupar el hueco que dejaron los saurios. Las startups que han conquistado el mundo en las últimas décadas desde Silicon Valley, el primer lugar del globo en vivir el cambio de era, son el equivalente a los individuos más adaptados de la pujante familia animal. La caída del meteorito no hizo sino acelerar drásticamente este proceso darwiniano, de forma que la población de dinosaurios quedó enseguida diezmada, mientras la de los mamíferos pronto experimentaría una explosión en número y diversidad.

En el presente, nos hallamos en una tesitura económica similar a la que vivieron nuestros antepasados más lejanos en los estertores del jurásico: los modelos de organización dominantes están cayendo, y la pequeña escala empresarial está cobrando fuerza, pese a que aún no ha tenido tiempo de desplegar todo su potencial. Pero lo hará; las leyes que gobiernan la evolución son ineludibles y la especie más adaptada, sí o sí, acaba triunfando.

viernes, 19 de abril de 2013

Obstáculos

(Artículo publicado, en parte, en el número de abril de la revista "Nuestra" de la Universidad Nebrija)

Emprender es una carrera de obstáculos. Precisamente para luchar contra  ello nació Madrid Emprende al objeto de promover un ecosistema emprendedor que facilitase el arranque de nuevas empresas.


Partiendo de la misma premisa que soporta el informe Global Entrepreneurship Monitor: el emprendimiento es un fenómeno complejo en el que intervienen factores tan variados como el  marco fiscal, las cargas administrativas, la financiación, los conocimientos del emprendedor, la disponibilidad de locales,... el objetivo de la agencia madrileña que dirijo es proporcionar apoyo en las distintas vertientes de este proceso. Para ello se trabaja íntimamente con todas las entidades que integran el entorno empresarial de la ciudad: administraciones públicas, asociaciones sectoriales, grandes empresas, bancos, redes de inversores y, por supuesto, universidades.


El catálogo de servicios y recursos que Madrid Emprende ofrece a los futuros empresarios abarca un one-stop-shop desde el que nuestros expertos asesoran sobre los pasos a seguir para montar la empresa y tutelan el plan de negocio; programas de in-formación en marketing, finanzas, ventas y sobre todo mucho networking;  puntos de tramitación telemática que permiten constituir tu empresa en 48 horas; y unared de incubadoras y espacios de co-working en los que el emprendedor puede instalar su proyecto y acceder a todo lo anterior.

En el último año, con el programa MADRID.BIZ se han creado nuevos apoyos e incentivos con vistas a atajar algunos de los problemas más acuciantes que sufren los emprendedores como son las cargas asociadas al alta como empresario, la financiación y los impuestos; así, hemos sacado una ayuda destinada a rembolsar al nuevo autónomo el 50% de las cuotas a la seguridad social, y se ha creado, en colaboración con business angels y la industria del capital riesgo, un fondo de inversión en startups dotado de 8 millones de euros. Por último Madrid será la primera ciudad europea donde los emprendedores no paguen impuestos con el programa taxfree.

Por último la candidatura olímpica de Madrid también se ha incorporado a la “revolución emprendedora” con el programa 2020startupMadrid que pretende atraer a 2020 emprendedores a la ciudad antes de 2020.

En Madrid, con un incipiente ecosistema emprendedor, se está logrando  que emprender se parezca cada vez menos a una competición de 1.000 metros vallas y más a una de 100 metros lisos.

Quienes ya tengan claro que su meta es trabajar en su propia empresa, tienen que saber que en Madrid es más fácil porque cada vez los obstáculos son más saltables. El año pasado 30.000 emprendedores lo pudieron comprobar acudiendo a los servicios de Madrid Emprende, en 2013 serán muchos más.


lunes, 8 de abril de 2013

La segunda transición


(Artículo publicado el 28 de marzo en Cinco Días y firmado conjuntamente por el Profesor de la Universidad Internacional de la Rioja Iñaki Ortega y el Profesor de la Universidad Complutense de Madrid Francesco Sandulli)

La actividad emprendedora determinará cómo y cuando España saldrá de la crisis. En una reciente investigación económica los profesores Koellinger y Thurik de la Erasmus University de Rotterdam han demostrado que, contrariamente a lo que se pensaba, el ciclo económico no es un factor exógeno a la actividad emprendedora y que el emprendimiento en épocas de crisis económica es el factor determinante de cómo y cuando una economía volverá a un ciclo expansivo.


Este hecho debe hacer reflexionar a los responsables de las políticas económicas sobre la necesidad de impulsar en el actual contexto de crisis una decidida transición de una economía del management a una economía emprendedora. Esta transición permitirá que el tejido empresarial en España tenga incentivos a la ampliación de la frontera de posibilidades de producción, en lugar de seguir operando dentro de ella. Asimismo, los datos del Global Entrepreneurship Monitor para 2012 y del Directorio Central de Empresas del INE para 2012 indican que la actividad emprendedora y la microempresa están capeando la crisis mejor que la mediana y gran empresa. Ahora es el momento de aprovechar esta inercia con una política decidida de fomento de la economía emprendedora.

A la hora de diseñar los objetivos de la política que promueva esta nueva cultura se debe tener en cuenta que la economía emprendedora se fundamenta en tres pilares: conocimiento, riesgo y financiación.

En relación al conocimiento, España no es una excepción a la denominada European Paradox, por la cual el proceso de transformación de conocimiento en emprendimiento es muy ineficiente en Europa. Aplicando las lecciones aprendidas en otros países, el responsable de política emprendedora debería en primer lugar preocuparse por conseguir fondos para aumentar el stock medio de capital intelectual disponible en España, atrayendo a individuos altamente cualificados del exterior y fomentando la retención de talento nacional. Además es urgente que el emprendimiento sea una prioridad máxima en las políticas de las universidades españolas para que éstas se integren como un elemento más del sistema productivo y adopten una actitud mucho más activa en la comercialización de su tecnología y conocimiento, tal y como ya sucede por ejemplo en la Universidad de Mondragón. Para fomentar la comercialización del desaprovechado conocimiento universitario, es necesario promover en primer lugar su oferta, reconsiderando por ejemplo los actuales incentivos académicos a la creación de empresas de base tecnológica, e impulsar su demanda, reduciendo por ejemplo la elevada complejidad administrativa y tributaria asociada a los incentivos a la I+D externa en ámbito privado o a los mecanismos de fomento de la transferencia tecnológica como el patent box. Las políticas emprendedoras deberían potenciar el aumento del capital relacional de los emprendedores a través de programas de inmersión en redes de emprendedores como los planteados por Startup Loans en el Reino Unido.

El segundo pilar de la economía emprendedora es el riesgo. Aunque el riesgo es intrínseco a la actividad emprendedora, excesivos niveles de incertidumbre constituyen una barrera infranqueable para el emprendedor. El riesgo del emprendedor depende de la eficiencia de los mercados y la facilidad para que en España se produzcan fenómenos de creación destructiva . Una forma que tienen las administraciones de reducir el riesgo del emprendedor, especialmente la de corte más innovador por ser la que sufre las cotas más altas de incertidumbre, es facilitar el acceso a la contratación pública a la iniciativa emprendedora. Para muchas empresas en Silicon Valley el sector público fue su primer cliente facilitando la supervivencia inicial de la empresa. En España, la Ley de Economía sostenible no ha conseguido resolver los problemas que plantea la Ley de Contratos del Sector Público a los interventores de las distintas administraciones a la hora de aprobar contratos de productos innovadores o empresas nuevas. Estos problemas explican en gran medida por qué en España no existe una fuerte demanda temprana pública de productos innovadores. Este papel de fomento de la demanda temprana también puede ser jugado por la gran empresa, pero sería necesario sustituir los actuales incentivos a la I+D interna por el fomento de la I+D externa y la compra tecnológica.

El riesgo del emprendedor aumenta con regulaciones adversas. Por ejemplo, diversos estudios económicos demuestran que la rigidez del mercado laboral, las excesivas diferencias entre las prestaciones de protección por desempleo entre autónomos y asalariados, la inseguridad jurídica en la regulación de varios sectores de actividad, la elevada morosidad pública y privada o la actual falta de competencia en algunos sectores estratégicos incrementan el riesgo de emprender en España. Por tanto, incentivar el emprendimiento significa intentar resolver estos fallos regulatorios sistémicos que protegen el actual status quo en los mercados y que en muchos casos son intrínsecos a la forma de pensar y a la cultura del management que impera en España.


El tercer pilar de la economía emprendedora es la financiación. Emprendedores y financiadores comparten el mismo riesgo. Es muy elevado el número de investigaciones económicas que demuestran que la política más eficaz para atraer financiación al emprendimiento consiste simplemente en resolver aquellos fallos regulatorios sistémicos que aumentan el riesgo emprendedor. En Europa, Suecia es uno de los mejores ejemplos de cómo modificaciones en la regulación del sistema financiero, del mercado laboral, del sistema tributario o de los mecanismos de transferencia de conocimiento pueden hacer florecer un activo mercado de capitales orientado a la inversión en start-ups. Los ámbitos de potencial mejora son muchos, desde los incentivos fiscales para las ganancias de capital, los incentivos fiscales a la inversión de los fondos de pensiones en capital riesgo, la eficiencia del Mercado Alternativo Bursátil que actualmente tiene unos costes de salida excesivos o la potenciación de cauces más ágiles de acceso a microcrédito para fases semilla de start-ups que siguiendo el ejemplo de la iniciativa americana MicroLoan Program mejoren las actuales ineficaces fuentes de acceso a microcrédito basadas en la intermediación de entidades financieras.

La ejecución es tan importante como la estrategia. Hasta el momento, los esfuerzos públicos de fomento a los emprendedores se caracterizan por su fragmentación y descoordinación. Esta situación se debe a que el emprendimiento es un elemento puramente retórico en el discurso político que se sustenta en políticas coyunturales y en servicios públicos puntuales carentes, en la mayoría de las ocasiones, de un impacto relevante en la economía española. Es necesario definir una estrategia global que desarrolle políticas y programas de fomento del emprendimiento integrales de largo plazo. La estrategia política de fomento del emprendimiento no será eficaz sin un adecuado mecanismo de control. En este sentido, la medición de retorno a las políticas públicas como por ejemplo el ROI (Return on Investment) aplicado con éxito en el caso de Madrid Emprende se antoja esencial en la transición a la economía del emprendimiento. La medición del ROI permitirá discernir qué políticas y qué receptores de dichas políticas son los que generan un mayor retorno, ya que como señala Scott Shane, uno de los mayores expertos mundiales en emprendimiento, las políticas horizontales de fomento del emprendimiento, actualmente preponderantes en España, son mucho menos eficaces que las políticas verticales y discriminantes.

Si no se aprovecha el hecho de que, gracias a la actual crisis económica, el emprendimiento ha recibido la atención de ciudadanos y políticos, una vez superada la crisis, todos volverán a pensar en términos de economía del management y será mucho más complicado que España realice la tan necesaria transición a la economía del emprendimiento. La triple hélice española (administración, empresa y universidad) debe asumir el reto de impulsar esta transición y acelerar el cambio de ciclo económico. Se buscan políticos, consejeros delegados y rectores emprendedores para ello.