miércoles, 30 de octubre de 2013

Startup Manifesto

(Este manifiesto por el emprendimiento y la innovación para impulsar el crecimiento en la UE ha sido firmado por el autor de este blog y puedes adherirte en la web www.startupmanifesto.eu)

Las condiciones económicas en Europa siguen siendo un gran reto teniendo en cuenta que la Comisión Europea prevé que el PIB de la Eurozona se contraerá un 0,4% este año. Sin embargo, la creciente relevancia del crecimiento económico impulsado por Internet podría transformar esta situación, ayudando a mejorar las vidas de millones de personas, creando nuevos empleos, nuevos conocimientos y esperanzas renovadas para un futuro mejor.


Según Boston Consulting Group, está previsto que la economía de Internet en los mercados desarrollados del G-20 crezca a un ritmo anual del 8% en los próximos 5 años. En los mercados emergentes, se espera que el crecimiento anual sea del 18%. Estos porcentajes superan con creces los de los sectores tradicionales. La tecnología digital, que ya no se limita a las empresas de alta tecnología, está dando lugar a la reinvención de todos y cada uno de los sectores, con la promesa de crear nuevos empleos y riqueza.

Esta tendencia de crecimiento puede ayudar a que Europa mejore sus perspectivas de futuro, ayudándola a emerger con más fuerza, más ágil y más próspera. Pero es necesario tomar más acciones para superar todos los obstáculos que amenazan con dificultar el progreso y minar el potencial de este sector vibrante y floreciente. Debemos asegurarnos de que contamos con las políticas, modos de trabajo y la ambición necesarias para tener éxito. Necesitamos abordar el hecho de que Europa continental actualmente no crea nuevas empresas destinadas al crecimiento, como ocurre en otras partes del mundo, ni produce emprendedores que confíen lo suficiente en el entorno que sus propios países pueden ofrecer a las startups.

Los días en los que confiábamos en las grandesempresas o en el estado para la creación de empleo han llegado a su fin. Muchos de los empleos perdidos en los últimos años nunca volverán en su antigua forma. El emprendimiento, que ha sido el motor de crecimiento en Estados Unidos, no se ha fomentado de una manera eficaz o sistemática en Europa. Crear más empresas y startups requiere más que un cambio en las políticas. Requiere un cambio de mentalidad.

La vicepresidenta de la Comisión Europea Neelie Kroes ha creado The Startup Europe Leaders Club, un grupo independiente de fundadores en el área del emprendimiento tecnológico, que proporciona orientación para fortalecer el entorno empresarial de los emprendedores del sector web en Europa. En marzo de 2013, los invitó a desarrollar un manifiesto para el crecimiento económico. Desde junio de 2013, se han ido reforzando las recomendaciones iniciales basadas en las primeras experiencias de los emprendedores de éxito en el sector web con el apoyo y la colaboración del Founders Forum en Londres, una comunidad formada por los mejores emprendedores a nivel global, CEOs selectos y motivadores, así como inversores clave en los medios y en la tecnología.

Basándonos en la experiencia combinada de docenas de europeos que tuvieron la suerte de imaginar, construir y hacer crecer negocios de éxito — negocios que han creado miles de empleos — hemos extraído 22 acciones que, si se toman en conjunto, pueden dar a las empresas europeas una gran oportunidad de éxito en el futuro. Ahora, hacemos un llamamiento a los emprendedores, inversores, asesores y a otras partes interesadas en Europa para que se sumen a este diálogo y compartan su visión sobre el manifiesto, para así ayudar a avanzar hacia la adopción de este plan de crecimiento digital singular en la UE. Nuestras recomendaciones son:


1. Educación & Habilidades

La Comisión Europea ha declarado que es necesario un mayor esfuerzo para dar acceso a todos los niños a formación en las TIC. Un estudio reciente basado en 190.000 encuestados de 27 países 4 puso de manifiesto que un 20% de los alumnos de educación secundaria nunca (o casi nunca) ha utilizado un ordenador en clase y los conocimientos informáticos de los profesores son insuficientes. Recomendamos lo siguiente:

Lograr que los profesores tengan competencias digitales y estén a la altura de este reto.

Las tecnologías digitales ya no están limitadas a los ordenadores o a las telecomunicaciones. En la actualidad, están presentes en todos los aspectos de nuestras vidas, desde la investigación histórica, pasando por la formación en arte o en matemáticas avanzadas, estudios de geografía, etc.. Nuestros hijos nacen en un mundo digital que no existía en la época de sus profesores. Si queremos que la próxima generación utilice las tecnologías digitales para construir un mundo mejor, tenemos que asegurarnos que las personas responsables de orientar y enseñar a los niños se sienten cómodos y tienen la capacidad de usar las tecnologías digitales.


Enseñar a los niños los principios, los procesos y la pasión por el emprendimiento desde edades tempranas.

Si queremos que los más jóvenes creen sus propias empresas, necesitamos enseñarles cómo hacerlo. Tenemos que animarlos e inculcarles la pasión (y el orgullo) por hacerlo. No podemos esperar que cada niño o niña de 12 años cree su propia empresa, pero sí deberían saber qué significa tener una idea, validarla y crear algo que puedan ofrecer a otras personas como producto o servicios. Las herramientas y el conocimiento están ahí. Sólo necesitamos asegurarnos de que esa pasión existe.

Animar a los estudiantes universitarios a empezar un negocio antes de graduarse.

En Estados Unidos muchos estudiantes emprenden un negocio antes incluso de haberse graduado (esto pasa por ejemplo con el 20% de los estudiantes de CalTech, Stanford y Berkeley). Esto sirve para que los estudiantes se formen una idea de cómo es crear y gestionar un negocio al mismo tiempo que permanecen en un entorno protector y estructurado que actúa como una “red de seguridad” en caso de que fallen sus planes. Cuando terminan la universidad, la mayoría de los estudiantes ha perdido ya las ganas de correr riesgos, y con ellas, desaparece también la posibilidad de que creen o se unan a una startup. Las universidades deberían crear más cursos de emprendimiento y establecer una red de Viveros / Centros de Estudiantes Emprendedores (a través de una sociedad si fuera necesario) que puedan proveer a los estudiantes del apoyo y financiación necesarios para convertir sus ideas en realidad.

Preparar a los graduados para un mercado laboral radicalmente diferente.

Las habilidades que se requieren hoy en día para prosperar en el mercado laboral son muy distintas de las de hace apenas una década, pero la mayoría de universidades han hecho muy poco para cambiar su currículum o dotar a los graduados de nuevas herramientas y capacidades. A corto plazo (12-24 meses), los países de la UE deberían ofrecer un “curso de certificado digital” que ayude a los graduados a adquirir las capacidades digitales básicas para que sean más valiosos ante un posible empleador. A medio plazo (2-3 años), los países de la UE deberían asegurarse de que sus universidades añaden algún componente digital a todas las materias que imparten. También habría que tener más en cuenta a los estudiantes universitarios y proporcionarles un apoyo estructurado para que puedan conseguir experiencia en empleos a tiempo parcial, trabajos de verano y prácticas para complementar su formación académica. Esto les aporta una valiosa experiencia en empresas que les permite desarrollar habilidades transferibles y mejorar su capacidad para encontrar un empleo.

Animar a las grandes empresas a proporcionar formación para el público general.

Mientras que se suele poner el enfoque en la escasez de habilidades en el campo de la informática y la tecnología, las empresas no sólo están formadas por programadores. También hay una escasez igual, si no mayor, en las habilidades de gestión y comunicación en la UE. Para crear y hacer crecer una empresa, los emprendedores necesitan managers, personal de ventas, responsables de RRHH y otros profesionales que puedan ayudarles a hacer crecer sus negocios. Las grandes corporaciones se han convertido en auténticas expertas en dar formación en este tipo de habilidades y se debería fomentar el que abriesen sus programas e instalaciones de formación a un público más amplio. Aquellos que se benefician de este tipo de formación deberían ser animados a unirse a startups, en lugar de fundarlas (startups que pueden haber sido fundadas por corporaciones). Las compañías pueden contribuir con mucha más eficacia que el propio gobierno, ya que conocen de primera mano el entorno en el que las personas pueden aprender a través de la práctica.


2. Acceso al talento

McKinsey ha identificado un salto cada vez más grande entre las necesidades de los empleadores y las habilidades de los empleados. El 26% de los empleadores tienen dificultades para completar los puestos que ofrecen por falta de talentos. Muchos emprendedores aspirantes se marchan de Europa a buscar fortuna en otro sitio. Hay unos 50.000 alemanes en Silicon Valley, y se estima que en el área de la bahía de San Francisco hay 500 startups fundadas por franceses. Por lo tanto, nosotros recomendamos:

Convertir Europa en el lugar más adecuado para que las personas con talento y más cualificadas puedan crear una compañía y conseguir un empleo creando un visado paneuropeo para startups.

Este visado facilitará la creación de empresas en Europa por parte de ciudadanos extracomunitarios, así como la contratación de ciudadanos no comunitarios por empresas europeas.

Facilitar la contratación de las empresas fuera de sus países de origen.

Europa ha hecho mucho para hacer el mercado laboral fluido – cualquier europeo puede trabajar en cualquier país de Europa. Pero el mercado de contratación — la habilidad de una empresa para contratar en un país de la UE fuera del mismo – sigue siendo complejo y caro. Esta forma de empleo remoto, en la que la empresa contrata uno o más empleados fuera del mercado nacional va a aumentar. Tenemos que hacer que sea más fácil contratar a personas sin establecer una filial local.

Hacer que para las empresas sea más fácil prescindir de sus empleados.

Las necesidades de los negocios cambian. La demanda del mercado fluctúa. Los empleados no siempre mantienen su potencial o cumplen con lo que se espera de ellos. Para que las empresas europeas sean realmente competitivas, necesitamos que les resulte más sencillo dejar marchar a sus empleados y despedir a aquellos que están por debajo del nivel esperado. Para muchas empresas de todo el mundo que están pensando en abrir una nueva oficina en la UE, uno de los principales motivos por los que se muestran reacios a ello es la posibilidad de verse estancados con una plantilla de trabajadores que no son capaces de adaptarse a la realidad de los mercados de hoy y mañana.

Traer los mejores "cerebros" de vuelta a casa.

Virtualmente todos los países de la UE han visto con desesperación cómo algunas de sus mejores y más brillantes mentes se han marchado a EEUU. Esta “fuga de cerebros” ha tenido un impacto negativo en todos los aspectos de nuestra economía, dejando un gran vacío en cuestiones de liderazgo e investigación avanzada, así como en sectores académicos básicos, por nombrar algunos. Los países de la UE tienen que lanzar campañas dirigidas a este público, destinadas a traer el talento de vuelta a casa, a través de becas de investigación, soporte logístico y reconocimiento público.


3. Acceso al capital

El descenso de las inversiones en capital riesgo es alarmante, prácticamente se ha reducido a la mitad tanto en la zona euro como en la Unión Europea en su conjunto desde 20087. La reducción de estas inversiones en fases más avanzadas es aún más acusada, también en la zona euro y toda la UE en general. En consecuencia, recomendamos lo siguiente:

Incrementar la inversión en startups, tanto privada como institucional.

Ofrecer una serie de ventajas fiscales a aquellos inversores que compren acciones en compañías de alto riesgo, como los beneficios que ya se introdujeron en el Reino Unido por el EIS (Enterprise Investment Scheme) y el SEIS (Seed Investment Scheme Actualmente, muchas startups europeas necesitan buscar financiación fuera de su país, y muchas veces también incluso fuera de Europa. Cuando se consiguen los fondos necesarios, en la mayoría de los casos se exige al equipo que se traslade al país del que provienen estos fondos. Esto supone una fuga de talentos a corto plazo y también la pérdida de capital a medio y largo plazo.

Además, se debería tomar alguna medida para animar a los que han montado un negocio próspero a reutilizar la riqueza que han generado invirtiéndola en aquellas empresas que están emprendiendo, y que pueden convertirse en las historias de éxito empresarial del mañana. Existen múltiples opciones, como el ejemplo israelí de permitir a los business angels que reconozcan sus inversiones en startups como pérdidas en el mismo año de la inversión, concediendo así una exención tributaria a aquellos que tengan rendimientos de capital en otros negocios o startups; o permitir a los inversores una deducción del impuesto sobre el patrimonio si invierten en una pequeña empresa de la UE.

Facilitar que las empresas de gran crecimiento puedan recaudar capital a través de los mercados públicos.

Hacer que estos mercados sean una fuente de capital más accesible y atractiva para este tipo de empresas, similar al segmento de alto crecimiento del London Stock Exchange. Además, dada su considerable contribución a la economía, recomendamos la creación de una categoría dedicada plenamente a Internet y Móvil en los mercados de valores de la UE, reduciéndoles a las empresas europeas los incentivos para que salgan a bolsa en EEUU, basándonos en la rentabilidad del sector y ayudando así a contrarrestar las reticencias que pueda tener cualquier inversor.

Comprar más a las pequeñas empresas.

Las ayudas del Gobierno son una de las maneras de ayudar a prosperar a las pymes. Otra es asegurar que el propio gobierno contrate más servicios con estas empresas. En toda la UE, la mayoría de los contratos públicos se firman con grandes compañías, a menudo multinacionales. Para muchos emprendedores, vender sus servicios al estado es prácticamente imposible. El proceso de adjudicación de estos contratos es complejo y los proveedores actuales se han atrincherado de tal manera que muchos emprendedores, ante la idea de tener que competir con ellos, se desaniman sin ni siquiera haberlo intentado. Si los gobiernos de la UE quieren poner en marcha los motores del crecimiento en sus países, deberían comprometerse a cambiar un porcentaje de sus contratos de adjudicación a empresas más pequeñas.

Instituir una E-Corp: un nuevo tipo de corporación común en Europa.

Constituir una empresa tiene sus propios obstáculos en cada país de la UE. Algunos requerimientos que tuvieron sentido en su momento, como exigir una cantidad mínima de dinero para lanzar el negocio, no tener acceso a las acciones o el cumplimiento de requisitos legales complejos incluso para montar el negocio más pequeño, ahora no son más que un impedimento a la creación de nuevas empresas. Recomendamos la creación de un nuevo tipo de corporación, la E-Corp, que unifique los requerimientos en toda la UE, y que además la puede crear cualquiera en menos de 24 horas. Esto simplificaría no sólo la creación de nuevas empresas sino que también facilitaría el flujo de inversiones entre países, es decir, inversores de un país invirtiendo en compañías de otro.

Gravar las opciones sobre acciones como rendimientos del capital, no como renta.

En Europa, las opciones sobre acciones que se otorgan a los empleados en una empresa normalmente se gravan como impuestos sobre la renta, reduciendo su atractivo como mecanismo utilizado tanto para atraer el talento como para recompensar la toma de riesgo. Nuestro consejo es que las opciones sobre acciones ofrecidas por las empresas europeas se graven como rendimientos del capital, y no como renta ordinaria.


4. Políticas de protección de datos, seguridad y privacidad.

Las regulaciones europeas en materia de protección de datos están anticuadas. Es muy fácil que una empresa se vea afectada por una brecha de privacidad, lo que para empezar le disuade de intentar acceder a la UE. Por una parte queda mucho trabajo por hacer para proteger a los consumidores de manera consistente y efectiva, y por otra la mayoría de los gobiernos de la UE se está demorando a la hora de facilitar el acceso a algunos datos públicos, lo que sería fundamental para mejorar sus servicios y reducir costes operativos. Por lo tanto, recomendamos:

Revisar y normalizar las leyes de protección de datos.

La ausencia de una ley unificada de protección de datos en Europa genera obstáculos innecesarios para las empresas que intentan hacer negocios con y a través de la región. Éste es uno de los motivos por los que tan sólo el 12% de todas las transacciones realizadas en Internet por consumidores europeos son transnacionales. En general, las leyes europeas son mucho más restrictivas que las estadounidenses, lo que sitúa a las compañías estadounidenses y a EEUU en su conjunto en una posición ventajosa en lo que de otra manera debería ser un terreno de juego equilibrado y justo. Abogamos por una nueva ley europea de protección de datos y su adopción por todos los países de la UE.

Eliminar el requisito que exige a los proveedores de datos almacenar la información en un país en concreto.

Teniendo en cuenta que actualmente una gran cantidad de información y de sistemas se está trasladando de instalaciones en servidores locales a la nube, exigir a las empresas que operan en la UE que tengan sus servidores en ese mismo país es una estrategia obsoleta que eleva los costes, aumenta las barreras para liberar el comercio y reduce la adaptabilidad.

Hacer públicos los datos estatales.

La paradoja de la información pública en la UE es que muy poca es realmente pública. Desde el transporte a Hacienda, pasando por otro tipo de información sensible, hacer los datos estatales más accesibles aumentaría el nivel de transparencia y confianza, así como el compromiso, la autonomía e igualdad ciudadanas. Además, sacar esos datos públicos a la luz permitiría a las empresas más innovadoras introducir nuevos productos y servicios que a la larga reducirían la dependencia del gobierno central y al mismo tiempo crearían nuevos negocios.

Hacer que los gobiernos piensen de manera digital.

Para mantener unos niveles de relevancia y eficacia aceptables en una época de financiación pública y presupuestos reducidos, los gobiernos tienen que “pensar digitalmente” para reducir costes y a la vez mejorar los servicios ciudadanos. Las instituciones y administraciones públicas deberían operar en una plataforma tecnológica única, siguiendo los mismos principios tecnológicos que son igual de buenos, o incluso mejores que otras plataformas que utilizan hoy en día los ciudadanos de manera habitual.


5. Ser referentes del sector.

Europa cuenta con muchas historias exitosas de emprendedores, talentos increíbles y algunas ideas sorprendentemente innovadoras. En la mayoría de países hay docenas de empresas tecnológicas preparadas para salir a bolsa con la intención de conseguir capital en la economía global de Internet, pero necesitamos más y también necesitamos que las empresas que han nacido en la UE prosperen aquí en vez de buscar fortuna en América. Por eso, recomendamos lo siguiente:

Iniciar un cambio de mentalidad en Europa en lo que se refiere a la definición de éxito.

En nuestra cultura se admira a los personajes célebres y a los deportistas, músicos y actores. También deberíamos admirar a los emprendedores que tienen un impacto real en el modo de vida de las personas. Necesitamos que todo el mundo se entusiasme con la innovación y el emprendimiento, no solamente los profesionales del ámbito tecnológico. Esto significa promover el camino hacia el emprendimiento como una carrera alternativa fiable, y admirar a los emprendedores de negocios exitosos como si fueran héroes. También significa democratizar las herramientas y procesos necesarios para emprender nuevos negocios y ofrecérselos a todo aquel que tenga las ganas y el coraje de empezar uno.

Nombrar a un Chief Digital Officer para cada país de la UE.

El impacto de designar a un defensor digital por cada estado miembro para ayudarles a promocionar los beneficios de una sociedad digital ya ha quedado probado, pero no es suficiente. Los CDO permanentes y a tiempo completo permitirán asegurar que la innovación digital tiene su impacto sobre todos los sectores y abre el gobierno hacia una mayor transparencia y colaboración para con sus ciudadanos.

Crear un repositorio de “mejores prácticas”.

Proporcionar un recurso para que los gobiernos locales y nacionales puedan compartir los mejores “hacks” que encuentren con el fin de conseguir un impacto inmediato.

Establecer un Foro Digital Europeo.

Reunir a emprendedores, políticos y creadores de políticas para alcanzar un entendimiento y unos objetivos comunes que permitan llevar el manifiesto a la práctica.


Tenemos la esperanza de poder reflejar las diferentes visiones y perspectivas de emprendedores, inversores, asesores y otras figuras clave del ecosistema tecnológico y digital en Europa, ya que esto asegurará que las propuestas sean sólidas y con una aplicación práctica. Estamos trabajando por conseguir tantos registros y expresiones de apoyo como sea posible.