(este artículo fue publicado originalmente en el diario Cinco Días el día 8 de noviembre de 2016)
Este miércoles, sabremos quién va a ser el nuevo, o la nueva y primera Presidente de los Estados Unidos. Para España, como para el resto del mundo, la elección de uno u otro candidato puede suponer una nueva etapa en las relaciones entre nuestros países, tan necesarias en el mundo global en el que vivimos. Si como parece que las encuestas anticipan, Hillary Clinton llega a la Casa Blanca, puede representar una oportunidad de oro para nuestro país.
El programa de la candidata demócrata tiene como objetivo principal revitalizar la economía y la productividad del país a través del mayor programa de inversiones en infraestructuras que se hayan realizado en su país desde la Segunda Guerra Mundial. Y si hay un sector donde España destaca por su competitividad, es precisamente ese. Numerosos puentes, carreteras, aeropuertos, y demás infraestructuras de Estados Unidos necesitan modernizarse y, si la economía del país lo permite, esto representa una oportunidad de oro para las empresas y para los intereses españoles.
Pero el programa de Hilary Clinton va más allá. Siguiendo las iniciativas adoptadas por la administración Obama, su proyecto incluye también inversiones destacadas en sectores de la nueva economía, como las energías alternativas y renovables, donde España también tiene mucho que aportar. Sin embargo, las cosas no pasan solas, por lo que para llevar estas propuestas a buen puerto, la clave estará en cómo establecer y afianzar una relación cercana a la nueva administración americana. El flamante ministro de Fomento y Íñigo de la Serna, tiene ante sí la tarea aprovechar todas estas nuevas oportunidades. Y de hacerlo combinando el desarrollo industrial con el necesario respeto medioambiental. La especialización de este ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en Hidráulica, Oceanografía y Medio Ambiente deberán ser de ayuda.
En cualquier caso, podríamos contar con una ayuda adicional en la figura del candidato a la Vicepresidencia, Tim Kaine, un referente en la populosa y cada vez más influyente comunidad hispana. Kaine es un buen conocedor de España y de Latinoamérica, y puede jugar un papel verdaderamente importante a la hora de elevar las relaciones con el país estadounidense a una nueva dimensión.
Pero hay más temas que se deben tener en cuenta. Desde un punto de vista demográfico, los estadounidenses de origen hispano son ya más de 57 millones. Esta cifra representa el 25% de la población. Un porcentaje que tiene incluso perspectivas de crecimiento, hasta llegar a superar el 30% en un futuro próximo. Además, Estados Unidos es ya el segundo país del mundo, después de México, donde más se habla el español. Esta circunstancia supone para España un universo de oportunidades para establecer lazos comerciales con esta importante e influyente parte de la población y dar a conocer el origen, y la cultura a esta parte tan considerable del nuevo Estados Unidos.
Asimismo, España puede convertirse en un aliado de referencia dados los intereses que nos unen, como la compatibilidad de nuestros mutuos intereses económicos. En este sentido, España puede ayudar a Estados Unidos a actualizar sus infraestructuras, y avanzar en nuevas tecnologías. Pero nuestro país también puede convertirse en un aliado para Estados Unidos dentro de la nueva Unión Europea, después de la salida de Gran Bretaña como aliado histórico de la nación americana. Nuestra posición geoestratégica es de un interés clave para Estados Unidos, como puerta al Mediterráneo. También son extremadamente interesantes nuestras buenas relaciones y proximidad a Medio Oriente, y a África.
Por último, pero no menos importante, es muy relevante el papel que desempeña nuestro país en Latinoamérica. En colaboración con Estados Unidos, España puede ser clave para consolidar de manera definitiva, el desarrollo económico y social de los países del Sur de América. Nuestros lazos culturales, históricos y económicos, son la mejor base para asentar el desarrollo y el bienestar que Latinoamérica se merece. España puede convertirse en el socio económico de los países americanos, ayudando a desarrollar su industria, infraestructuras y servicios de calidad, y abriendo las puertas de Europa para las exportaciones e inversiones americanas.
En fin, es mucho lo que nos jugamos el próximo martes con las elecciones que se celebran en Estados Unidos. Ante esa circunstancia España tiene que hacer memoria y saber cuál es su potencial como país.
Eso sí, el nuevo Gobierno Rajoy tiene entre sus tareas pendientes la de asegurarnos una mayor visibilidad de nuestro país y la de urdir un programa de estado que sitúe a España en el panorama global de los negocios internacionales.
Iñaki Ortega, director de Deusto Business School Madrid y Gregorio Bustos, directivo de empresa, ahora cursando un posgrado en Harvard Kennedy School of Government