viernes, 30 de junio de 2023

A saltar la hoguera


(este artículo se publicó originalmente en el periódico 20 Minutos el día 26 de junio de 2033)

Las hogueras han tomado España en la noche de San Juan. Una tradición que se pierde en la historia para conmemorar al mismo tiempo el inicio del verano y el milagroso nacimiento del hijo de una pareja de ancianos, Zacarías e Isabel. Este solsticio es la noche más corta del año y se celebra con verbenas y juergas en las que nunca falta el fuego. En las plazas y en las playas se encienden hogueras alrededor de las cuales se arremolinan los paisanos. El cristianismo nos cuenta que un fuego similar fue hecho por los padres de San Juan Bautista para dar gracias a Dios por el inesperado nacimiento de su hijo cuando ya lo había dado por debido dada su avanzada edad.

El fuego también recupera esa noche un significado purificador y además de dar gracias porque llega una estación luminosa y buen tiempo, aprovechamos para quemar imaginariamente lo peor del frio invierno y del último año. Nuestra mirada fija en las llamas hace que surja el milagro de que los malos recuerdos se calcinen en la lumbre hasta desaparecer de nuestra memoria. Se queman en la pira para afrontar un verano sin lastre alguno.

Pero hay algunos que optan por algo más audaz que es saltar por encima del fuego. Una tradición que protagonizan jóvenes desafiando a la gravedad y a las brasas al rojo vivo.  Porque de padres a hijos se ha trasladado que, si eres capaz de saltar las llamas, tendrás un año por delante de buena suerte. Todos los veranos miles de valientes lo logran, aunque al mismo tiempo unos cientos acaban en urgencias con quemaduras de primer grado en las plantas de sus pies.

Nadie ha visto a los candidatos a presidente del gobierno saltando una de estas fogatas. O por lo menos yo no lo he leído. Pero dejad que mi imaginación fluya. Un vigoroso Pedro Sánchez que ha entrenado durante toda la semana, reclama que todos los candidatos asuman el compromiso de superar la prueba del fuego. Por su parte él brinca con espléndida técnica y la mejor de sus sonrisas mirando a la cámara. Alberto Núñez-Feijóo salta -como haríamos cualquiera de nosotros- con algo de cara de susto sobre una discreta hoguera humeante. Santiago Abascal. nadie sabe cómo pero camina con determinación por encima de las brasas sin mostrar dolor alguno. Yolanda Diaz opta por una hoguera de leds que no contamina y además le permite una estética declaración sin riesgo de quemaduras.

Todos nuestros candidatos logran el objetivo de este imaginario salto y quiero pensar que les queda la duda de si funcionará el embrujo de la primera noche del verano ¿serán los llamados a la gloria o acabarán en la enfermería? ¿serán decapitados como Juan El Bautista o pasarán a la historia como ese mismo santo? Me temo que por mucha fe que tengan en su partido o nosotros en las encuestas, no sabe nadie qué pasará. La buena noticia para todos es que ya queda menos y en cuatro semanas votaremos, si el calor no lo impide, de una manera democrática y afrontaremos un nuevo destino para nuestro país que esperemos que sea tan luminoso como estos días de junio. Lo necesitamos.


Iñaki Ortega es doctor en economía en UNIR y LLYC

lunes, 19 de junio de 2023

Decálogo para el liderazgo

(este artículo se publicó originalmente en la revista Economía XXI el 19 de junio de 2023)

Todo el mundo habla de liderazgo, no solo en las escuelas de negocios sino también en las redes sociales, pero es más difícil resumir en un decálogo algunos aspectos clave para liderar una empresa en un momento tan convulso como el actual. A riesgo de caer en alguna ausencia o de inexactitudes por la falta de espacio, me he arriesgado como profesor de dirección de empresas, a proponer diez elementos imprescindibles para el actual liderazgo. Y para rizar el rizo, sin usar ningún anglicismo. Aquí están para ser practicadas:


  1. Humanismo. Liderar una empresa pensando que lo primero son las personas: tus clientes, tus proveedores, tus empleados pero también tus accionistas. Aristóteles o Tomás de Aquino lo aplicaron a la filosofía, pero la empresa de exige poner en el centro a las personas
  2. Mente abierta. Flexibilidad para no anclarse en lo que siempre se ha hecho de una manera y asumir que no siempre las ideas correctas son las tuyas. La capacidad de aprender de los mejores, aunque no sean de tu empresa o de tu sector, es algo que han practicado los mejores directivos
  3. Estar al día. El dinamismo de los mercados es tal que es imposible responder a las necesidades de los clientes sin volver a las aulas periódicamente para reciclarse. Los conocimientos que te hacen triunfar en un momento no siempre valen unos años más allá.
  4. Es la economía, estúpido. Esta famosa frase que le hizo ganar las elecciones a Bill Clinton puede aplicarse también al liderazgo empresarial. Conocer qué está pasando con las principales variable macroeconómicas (tipos de interés o inflación) es clave para un buen directivo
  5. Conocimiento Experto. En tu sector y con tu servicio has de atesorar el mayor dominio. Nunca es suficiente y siempre hay que saber más de tu industria y de tu producto. Los lideres exitosos siempre han cultivado un altísimo grado de excelencia técnica y así se lo premiaron los mercados.
  6. Oratoria. Si no eres capaz de expresarte con total garantía en entornos profesionales masivos, estás renunciando a tu potencial y al de tu empresa. El considerado mejor inversor de todos los tiempos, Warren Buffet ha dejado escrito que “una persona puede aumentar su valor en un 50 por ciento solo aprendiendo a hablar en público”.
  7. Equipo. Las empresas con mejores resultados en todo el mundo están gestionadas por equipos de alto rendimiento. El individualismo de las empresas del siglo pasado ha dado pasado a compañías gestionadas por equipos que hacen posible que 1 + 1 = 3
  8. Emprendedor. Hay que mantener la mentalidad de los inicios. Esa humildad de saber que estás empezando y por tanto ni puedes gastar lo que quieras ni puedes ser el absoluto referente. Desde la modestia de considerarse siempre un aprendiz, conseguirás vencer la soberbia de la autosuficiencia.
  9. Colaboración con lo público. En España la mitad de la riqueza generada en un año tiene su origen en el sector público y las regulaciones afectan a todos los negocios. La pandemia ha traído, nuevos programas públicos que no pueden ser desaprovechados como palanca de crecimiento
  10. Sociedad civil. Participar en redes profesionales como CEAJE o ATA permite que tus demandas puedan llegar a buen puerto además de mantener una relación con colegas de los que siempre se puede aprender. El asociacionismo no solamente te da ventajas en tu gestión empresarial, sino que te hace mejor profesional al pensar más allá de tu empresa.

Iñaki Ortega es doctor en economía, profesor de la Universidad Internacional de La Rioja y director del curso de liderazgo de CEOE Campus


sábado, 17 de junio de 2023

Como alcalde vuestro que soy

(este artículo se publicó originalmente en el periódico 20 Minutos el día 12 de junio de 2023)

Benigno, un amigo profesor, me cuenta que las elecciones han sido ganadas por candidatos de más de 60 años en la mayoría de las grandes ciudades españolas. En municipios tan atractivos para los jóvenes como Barcelona, Málaga, Bilbao, Vigo, Murcia o Alicante han arrasado “viejos políticos”. Los electores han confiado en seniors para gestionar el día a día de ciudades dónde no faltan problemas con el tráfico, el urbanismo o el medio ambiente. Los ven capaces de afrontar un oficio tan exigente en el que se trabaja los siete días de la semana durante cuatro años. Por encima de las siglas políticas ha pesado a la hora de votarles su experiencia acumulada y la confianza en que gobernarán con sentido común.

Esos valores de los mayores de 60 años que tanto han valorado los electores, en cambio caen en saco roto en nuestro mercado laboral. La edad media de retiro es 63 años y más de la mitad ni trabaja ni lo busca. Mi colega profesor me explica que el problema comienza en la frontera de los cincuenta años cuando te vuelves transparente para las empresas. Benigno tiene precisamente sesenta años, es un ingeniero con una trayectoria exitosa como directivo en empresas de tecnología que harto de ver en colegas de su generación que la edad fuese un demérito, creó el encuentro de economía senior. Consiguió que CaixaBank apoyase esta aventura quizás porque el presidente de esa entidad también supera con mucho los sesenta años. Desde ese foro, desde hace seis años nos recuerdan que envejecemos y que eso puede ser bueno para le economía. 

Y ahora a Benigno le ha tocado a él. Por esos giros caprichosos de la vida se ha visto obligado a dejar su trabajo de directivo y le toca demostrarse a sí mismo, a sus hijas y a todos los que le seguimos que es posible reinventarse a cualquier edad. Lo primero que ha hecho es matricularse por enésima vez en una escuela de negocios y está más activo que cuando era consejero delegado. Ojalá las empresas comiencen a pensar muy pronto como los votantes. En Estados Unidos, todo parece indicar que las elecciones presidenciales enfrentarán a Biden con 80 y Trump con 76. En nuestro país no hay encuesta que no dé como triunfador de las elecciones generales del 23 de julio a un Alberto Núñez-Feijóo que -aunque nadie lo diría- tiene 61 años. Xavier Trías en Barcelona,Abel Caballero en Vigo o Francisco De la Torre en Málaga, todos ellos con más de 75 años han vuelto a ganar la confianza de sus ciudadanos, y a nadie les preocupa su edad. Pero, qué ironía, aquí el desempleo senior no ha dejado de crecer hasta liderar las estadísticas europeas. Encontrar trabajo a partir de los sesenta es imposible salvo que se opte por ser autónomo.

Uno de los pasajes más recordados de Bienvenido Mister Marshall es cuando el actor José Isbert desde el balcón del ayuntamiento entra en bucle con la frase “como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y esa explicación os lo voy a dar como alcalde vuestro que soy...” Han pasado 70 años desde que estrenó esa película y salta a la vista que la explicación ya no la deben los alcaldes sino esas empresas que todos los días tiran a la papelera los currículos de brillantes seniors.


Iñaki Ortega es doctor en economía en UNIR y LLYC

viernes, 2 de junio de 2023

La fauna empresarial española

(este artículo se publicó originalmente en el diario económico La Información el día 1 de junio de 2023)

Esta semana ha sido presentado el informe que mide el emprendimiento de las grandes compañías españolas. En la Fundación Botín de Madrid se ha conocido el estado de salud de la colaboración de las corporaciones patrias con las startups. Usando una muestra de 95 compañías se ha confirmado que ha dejado de ser algo excepcional trabajar con los emprendedores, más bien al contrario, es una actividad ya presente en el 80% de las cotizadas en el IBEX 35 y en el 76% de los 50 mayores grupos empresariales. De ahí el subtítulo del informe “Elefantes y gacelas ya bailan juntos”


La metáfora de los animales fue acuñada por el investigador del MIT, David Birch, en la cual los elefantes se correspondían con compañías que cuentan con un tamaño que les procura seguridad y capacidad para conseguir ingentes recursos, aunque se ven lastradas por pesados organigramas y procedimientos. Las gacelas, por el contrario, son empresa minúsculas y recién creadas por tanto vulnerables, pero gozan de una agilidad a la hora de innovar que les permite dar grandes saltos y alcanzar velocidades inéditas para el elefante. De ahí que en 2017 se optase por “Gacelas y Elefantes bailan sin pisarse” como subtítulo del I Informe de emprendimiento corporativo en España.


En 2020 el II Informe de emprendimiento corporativo en España publicado consiguió demostrar con datos empíricos y casos reales que estas dos especies tan distintas podrían ensayar un baile sin que las gacelas -las startups- corriesen el riesgo de ser apisonadas por los 5.000 kilos del paquidermo -las multinacionales-. “Enseñando a bailar al elefante como una gacela” fue el subtítulo de ese informe precisamente porque demostrado que han empezado a danzar muchos elefantes con gacelas, urge enseñarle a perfeccionar su baile para evitar pisotones de consecuencias irreversibles. De nuevo la referencia se trajo de otro investigador, esta vez James Belasco de la Universidad de San Diego State, que en 1991 utilizó este símil en su libro “Enseñando a bailar al elefante” para enfatizar la necesidad de mantener vivo el espíritu de innovación en las grandes empresas. Las grandes compañías se comportan del mismo modo que los elefantes que raramente olvidan lo que aprendieron hace muchísimos años y esto en los asuntos de la innovación no ayuda precisamente.


El nuevo informe conocido estos días ha analizado exhaustivamente las herramientas que hacen posible la colaboración entre emprendedores y grandes empresas, además de actualizar con una nueva encuesta, la fotografía del fenómeno del emprendimiento corporativo en nuestro país. La buena noticia es que las corporaciones han "desaprendido” esa cultura paquidérmica de gran empresa para volver a sentir el ansia de innovación de una startup. De hecho, una mayoría aplastante de las grandes empresas españolas analizadas en este informe utilizan e invierten recursos en el emprendimiento corporativo para innovar y apuestan por seguir

así.


En la presentación de la investigación participaron varios directivos en representación de otras tantas buenas prácticas de empresas españolas de sectores tan diferentes como la salud, la energía, el medio ambiente, la energía o la distribución. La sorpresa fue que estos campeones nacionales no quieren ser lentos y robustos elefantes, pero tampoco rápidas y frágiles gacelas. Defendieron ser jirafas. Fuertes ya que pesan más de una tonelada, pero asombrosamente rápidas ya que en una carrera Usain Bolt no podría alcanzarlas. Y lo más importante, con un cuello tan alto que les permite otear los peligros y adelantarse a ellos. Las empresas españolas aspiran a tener sólidas bases en el territorio al mismo tiempo que la capacidad para moverse rápido cuando las circunstancias económicas lo exijan y siempre con la suficiente altura de miras para distinguir lo importante de lo accesorio. No estaría mal: muchas más organizaciones jirafas no solo en la empresa sino también en la vida pública.


 

 

Iñaki Ortega es doctor en economía en UNIR y LLYC