sábado, 17 de junio de 2023

Como alcalde vuestro que soy

(este artículo se publicó originalmente en el periódico 20 Minutos el día 12 de junio de 2023)

Benigno, un amigo profesor, me cuenta que las elecciones han sido ganadas por candidatos de más de 60 años en la mayoría de las grandes ciudades españolas. En municipios tan atractivos para los jóvenes como Barcelona, Málaga, Bilbao, Vigo, Murcia o Alicante han arrasado “viejos políticos”. Los electores han confiado en seniors para gestionar el día a día de ciudades dónde no faltan problemas con el tráfico, el urbanismo o el medio ambiente. Los ven capaces de afrontar un oficio tan exigente en el que se trabaja los siete días de la semana durante cuatro años. Por encima de las siglas políticas ha pesado a la hora de votarles su experiencia acumulada y la confianza en que gobernarán con sentido común.

Esos valores de los mayores de 60 años que tanto han valorado los electores, en cambio caen en saco roto en nuestro mercado laboral. La edad media de retiro es 63 años y más de la mitad ni trabaja ni lo busca. Mi colega profesor me explica que el problema comienza en la frontera de los cincuenta años cuando te vuelves transparente para las empresas. Benigno tiene precisamente sesenta años, es un ingeniero con una trayectoria exitosa como directivo en empresas de tecnología que harto de ver en colegas de su generación que la edad fuese un demérito, creó el encuentro de economía senior. Consiguió que CaixaBank apoyase esta aventura quizás porque el presidente de esa entidad también supera con mucho los sesenta años. Desde ese foro, desde hace seis años nos recuerdan que envejecemos y que eso puede ser bueno para le economía. 

Y ahora a Benigno le ha tocado a él. Por esos giros caprichosos de la vida se ha visto obligado a dejar su trabajo de directivo y le toca demostrarse a sí mismo, a sus hijas y a todos los que le seguimos que es posible reinventarse a cualquier edad. Lo primero que ha hecho es matricularse por enésima vez en una escuela de negocios y está más activo que cuando era consejero delegado. Ojalá las empresas comiencen a pensar muy pronto como los votantes. En Estados Unidos, todo parece indicar que las elecciones presidenciales enfrentarán a Biden con 80 y Trump con 76. En nuestro país no hay encuesta que no dé como triunfador de las elecciones generales del 23 de julio a un Alberto Núñez-Feijóo que -aunque nadie lo diría- tiene 61 años. Xavier Trías en Barcelona,Abel Caballero en Vigo o Francisco De la Torre en Málaga, todos ellos con más de 75 años han vuelto a ganar la confianza de sus ciudadanos, y a nadie les preocupa su edad. Pero, qué ironía, aquí el desempleo senior no ha dejado de crecer hasta liderar las estadísticas europeas. Encontrar trabajo a partir de los sesenta es imposible salvo que se opte por ser autónomo.

Uno de los pasajes más recordados de Bienvenido Mister Marshall es cuando el actor José Isbert desde el balcón del ayuntamiento entra en bucle con la frase “como alcalde vuestro que soy os debo una explicación y esa explicación os lo voy a dar como alcalde vuestro que soy...” Han pasado 70 años desde que estrenó esa película y salta a la vista que la explicación ya no la deben los alcaldes sino esas empresas que todos los días tiran a la papelera los currículos de brillantes seniors.


Iñaki Ortega es doctor en economía en UNIR y LLYC

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