(este artículo se publicó originalmente el día 27 de marzo en el diario Expansión)
Los numerosos análisis que hemos
conocido una vez finalizada la edición de este año del Mobile World Congress han
puesto el acento en el número de visitantes o el aumento de expositores,
también en la imposibilidad de encontrar una habitación de hotel en un radio de muchos kilómetros e incluso en
los millones de euros de impacto
económico para el territorio. Pero ninguno ha destacado que la feria, como la
ciudad, empieza a ser 100% generación z. De ahí el título de nuestro artículo.
La generación z son aquellos
jóvenes nacidos a partir de 1994. Se están empezando incorporar ahora al
mercado laboral en todo el mundo. Toman su nombre porque han relevado a los
generación y, más conocidos como los millennials. Si a una generación le define una cultura y
una educación que la hace sustancialmente diferente de la anterior, a los z eso
les pasó con internet. Se educaron y socializaron con el acceso libre a los
móviles de sus padres y con wifi en sus hogares. La fortaleza del influjo de la
red de redes es tal que se está capilarizando en generaciones anteriores, de
hecho en pocos años todos seremos z.
A la vez que se celebraba el
Mobile un conocido político catalán entrevistado en televisión en horario de
máxima audiencia mostraba su nostalgia por la Barcelona de su infancia. Él
pertenece a la que llamamos en nuestro
país generación EGB, pero que los experto en todo el mundo bautizaron como la
generación x, precisamente porque era una incógnita. Nadie sabía cómo se iban a
comportar los nacidos en los años 70, en plena crisis del petróleo. En España
esos chicos y chicas vivieron la transición a la democracia, la entrada en
Europa y el acceso a la educación reglada universal, la EGB, que en una de las
enésimas reformas educativas que hemos sufrido paso a llamarse ESO. Esos, hoy cuarentones, vivieron en unas
calles que a no volverán nunca a ser las mismas. No hay marcha atrás, los
jóvenes z están cambiando los barrios pero también los empleos y su forma de
actuar como clientes y ciudadanos.
El Mobile de Barcelona representa
los valores de esta nueva generación. Cuatro conceptos que empiezan por las
misma letra, la i. Innovación. inmediatez, irreverencia pero también inclusión.
Los smartphones que se exhibían estos días son una extensión de la personalidad
de los jóvenes z. En la Fira vemos como cada año mejoran sus prestaciones con
novedades, exigen actualizaciones casi
semanales, tiemblan en la industria incumbente con la competencia de agentes
que no existían hace apenas unos años y logran penetraciones fuera del mundo
desarrollado inimaginables. Así son también
los miembros de la generación z. No dudan en poner en cuestión todo para
poder innovar, no tienen paciencia porque las respuestas que demandan han de
ser instantáneas sino no valen. El ocio y el trabajo son parte de una misma
realidad donde no pesa uno más que otro.
Estas son algunas de las
conclusiones del informe académico que Atrevia y Deusto Business School
presentaron el año pasado en la sede de ESADE de Barcelona con el título
“Generación Z. El último salto generacional”. Los dos autores que firmamos este
artículo ayudados por el profesor Iván Bofarull disertamos sobre una cohorte de
edad que se está comportando radicalmente diferente y cuyas consecuencias está
exigiendo una reinvención de las corporaciones. En primavera de este año
conoceremos las conclusiones del trabajo de campo que hemos realizado ambas
instituciones entrevistando a más de 600 jóvenes y analizando en el ámbito de
la empresa aspectos tan diferentes como el nuevos marketing, las nuevas
relaciones laborales o el nuevo recruiting.
La nostalgia del pasado no solo se basa en la idealización de tiempos
pretéritos sino también en la resistencia al cambio, en el miedo a no estar
preparado para lo nuevo. A lo largo de la historia siempre ha habido quienes
recordando una pasada y falsa Arcadia feliz, buscaron frenar los avances. Ahora
nos cuentan algunos aquello de que “antes se vivía mejor” como si no fuesen
unívocos todos los indicadores: la tecnología en nuestros días está haciendo un
mundo mucho mejor.
Para muestra un botón. Hoy, con
independencia de tu edad, nadie contrata
una noche de hotel por internet sin ojear los comentarios que han dejado otros
clientes. La inteligencia colectiva ha empezado a funcionar también gracias a internet y sus nativos. La
generación z no trabajará, ni te contratará, ni te proveerá o te prescribirá
sin antes saber lo que piensan de ti los que les precedieron. El mundo z será
mejor porque la ejemplaridad llegará vía la trasparencia. Aunque cueste
desnudarse todos lo acabaremos haciendo, porque nos hará mejores.
Iñaki Ortega es doctor en economía y Director de Deusto Business School
Nuria VIlanova es Presienta de Atrevia