(este artículo se publicó en el periódico La Voz de Almería el día 26 de junio de 2015)
El diccionario
define disruptivo como un término que viene de la física,
refiriéndose a aquellos sucesos que producen una ruptura brusca. En la nueva
economía se identifican como disruptivas las innovaciones de los
emprendedores que más valor generan. En el siglo pasado el economista
Schumpeter bautizó la actividad de esos emprendedores con la expresión
«destrucción creativa». En opinión del economista austriaco para poder crear
valor era necesario romper con lo anterior. Los libros de economía ponen como
ejemplo de estas innovaciones la aparición del compact disc que acabó con el
hasta entonces exitoso vinilo.
Tras las elecciones de mayo alguno puede
caer en la tentación de llegar a pensar que estos sucesos económicos
tienen su espejo en la actividad política. Precisamente esa ruptura
brusca que pretende enterrar el pasado es lo que buscan algunos de los nuevos
actores. Pero no pueden olvidarse que la nueva economía aporta también otras
lecciones que merece la pena recordar.
1. Los emprendedores que triunfan no son
aquellos que lo hacen solo por la novedad de su producto sino fundamentalmente
porque mejoran lo existente y lo hacen solucionando los problemas de los
clientes de un modo más eficiente. De hecho para ser disruptivo primero hay
que demostrar que tu producto funciona y que además es más barato que los
incumbentes.
2. Las startups más valoradas por el
mercado no son aquellas que no tienen en cuenta los avances puestos en marcha
por sus competidoras sino al contrario, los respetan de tal modo que se
apalancan en ellos para ofrecer sustanciales mejoras. Es habitual que de las
históricas empresas surjan ideas que luego triunfen, el ejemplo del Post-it en
la empresa 3M o el neopreno en DuPont son ejemplos de lo que se ha venido a
llamar como emprendimiento corporativo. Tener un ecosistema emprendedor que
funcione es el denominador común de los territorios más dinámicos del mundo, en
ellos las nuevas empresas colaboran con las existentes para hacer avanzar la
economía.
3. La tendencia empresarial del momento
se sitúa en la llamada economía colaborativa. El ocio, el turismo, la
restauración hasta el transporte se están viendo afectados por esta nueva forma
de entender la economía en la que prima el servicio frente la propiedad. El
economista Rifkin ha vaticinado que gracias a la tecnología 3D todos seremos a
la vez productores y consumidores. La economía colaborativa se basa, por tanto,
en solucionar problemas mediante la cooperación entre iguales, entre todos
los actores económicos.
El mensaje desde la nueva economía para
los políticos que quieren romper con todo es claro: la novedad solo sirve si
demuestra que aporta valor, trabajar en ecosistema es la tendencia porque el
individualismo excluyente no permite que las sociedades se muevan.
Si no fuese suficiente lo anterior las
recientes elecciones danesas nos repiten el mismo mensaje. Dinamarca es
el país dónde ha tomado sentido la llamada economía circular con su apuesta por
la sostenibilidad, dónde la agricultura tecnificada es líder en el mundo y dónde
los pactos políticos son la norma porque desde 1909 no ha habido una mayoría
absoluta. Con su PIB per cápita que casi dobla el español, es también
considerado una de los mejores países para vivir además del territorio menos corrupto
del mundo. La tierra donde nacieron los juguetes LEGO volverá a demostrarnos con
la victoria del centro derecha tras años de gobiernos del centro izquierda que
los cambios políticos no alterarán lo más importante: el respeto al adversario,
la confianza en un sistema que ha traído prosperidad y la necesidad de ceder
para avanzar.
Iñaki Ortega es doctor en economía y director de Deusto Business School.
Carmen Crespo representa a los almerienses desde el año 1991 con cargos
públicos en los cuatro niveles administrativos