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viernes, 29 de agosto de 2014

Millennials

(Este artículo fue publicado originalmente en el periódico El Ideal de Granada el día 27 de agosto de 2014)

Aquellos jóvenes que en plena burbuja inmobiliaria sobrevivían al mes con mil euros que a duras penas les alcanzaba para pagar la hipoteca, fueron bautizados como los mileuristas. Eran el símbolo de una época que se llevó por delante la llegada del paro masivo  y que dio lugar a los ni-nis, ni estudio ni trabajo, el dinero fácil les llevó a dejar colgada su formación  y por tanto su futuro.

Etiquetar las cohortes de edad  no es algo nuevo y de hecho España tuvo sus niños de la guerra. En pleno desarrollismo, nosotros como el resto del mundo occidental, gozamos de una explosión demográfica que dio lugar a  los baby boom, que nacieron en los años 50 y los 60. Con la crisis del petróleo en 1973 llegó la llamada generación X porque era como la letra, una incógnita, ante los cambios y las crisis que tuvieron que afrontar.

La propia Real Academia de la Lengua Española ha introducido como sexta acepción de la palabra generación “el conjunto de personas que por haber nacido en fechas próximas y recibido educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos”.
Hoy, en plena economía digital, si se teclea en google la palabra generación aparecerán inmediatamente los millennials.  Los jóvenes del milenio más que un término que está arrasando en la red y en todos los artículos de tendencias a lo largo y ancho del mundo, es un símbolo de los nuevos tiempos en los que vamos a tener que estar, queramos o no.

Los millennials tienen hoy entre 18 y 33 años, es decir son aquellos que se han hecho mayores con el nuevo milenio, son nativos digitales, se sienten ciudadanos del mundo y están muy preparados, adoran las matemáticas,  aunque estiren como un chicle su adolescencia  En 2025 constituirán el 75% de la fuerza laboral mundial y por ello están siendo objeto de estudio por los más prestigiosos informes como los de Mckinsey, Gartner o Deloitte.

Son los hijos de la generación del baby boom y aunque no lo van a tener tan fácil como los que les precedieron, son profundamente optimistas y sobre todo piensan y actúan de un modo diferente. Apuestan por la economía compartida, huyen del individualismo usando la co-creación. Con sus startups harán temblar a las grandes compañías.

Joaquín Muñoz es un jovencísimo abogado madrileño que sin estar en un gran despacho ha ganado a Google en el Tribunal de Luxemburgo la demanda del derecho al olvido,  el periódico Times le ha nombrado el abogado de la semana. Pablo Bautista es un ingeniero de León que dejó una envidiable posición en una multinacional para montar ferias con tribus urbanas que usan para su creatividad los tatuajes, el skate, el parkour, los bloggers, los makers, … arrasa en medio mundo y todas las grandes marcas de moda le persiguen. Susana Malón es una joven  física especializada en contaminación lumínica que ha conseguido que la UNESCO y la Organización Mundial del Turismo se fijen en su empresa de smartcities radicada en Vitoria. Antonio Zugaldia es un brillante desarrollador granadino que desde Washington promueve con su startup las apps más disruptivas.

Los millennials ya están aquí y están inventando y protagonizando nuevos empleos porque como ha dicho recientemente una universidad australiana, la mitad de los empleos de nuestros hijos hoy ni siquiera existen. De hecho en estos momentos el 47% de los perfiles que demandan las empresas no se cubren por falta de capacitación de los candidatos. Algo está pasando en la economía, los millennials se están inventado su propio empleo en el ámbito del big data, del 3D, de la genómica, de las weareble tech  pero también en sectores considerados tradicionales aplicando la tecnología por ejemplo a la atención a los dependencia  o a la agricultura.

Nuevos trabajos y nuevas formas de trabajar. Desde casa, a tiempo parcial, como freelance, con joint ventures… Los millennials a diferencia de los que hoy superan los cuarenta no viven solo para trabajar, tienen una profunda conciencia social y por ello trabajarán en muchas empresas pero también la mayoría querrá gozar de la libertad de ser emprendedor o autónomo.

A nadie se le escapa que este potencial de creatividad es una oportunidad para quien sepa aprovecharlo y por eso todas las grandes compañías han puesto el foco en los millennials no solo para contratatarles o usar sus innovaciones sino para conocer mejor a los nuevos clientes de sus productos y servicios. Ningún ámbito quedará fuera de la influencia de la nueva forma de pensar de la generación del milenio. La política, como se está viendo últimamente, no será la excepción y es todo un reto para los partidos y los gobiernos saber escuchar el nuevo mensaje de los millennials, quien no lo haga se quedará antiguo.

Iñaki Ortega es doctor en economía y profesor de la universidad internacional de la Rioja (UNIR)

Carlos Rojas es portavoz de PP en el Parlamento de Andalucía y ex-alcalde de Motril.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Un visado para los emprendedores

(artículo publicado en el periódico "El Economista" en la sección de economía real del lunes 17 de diciembre de 2012)



Recientemente hemos conocido que el Gobierno estudia una reforma de la ley de Extranjería con vistas a estimular la inversión inmobiliaria y reducir así el stock de viviendas vacías que todavía existe en nuestro país. El recurso a la  inmigración selectiva como un instrumento de política económica puede sonar muy novedoso en España, pero lo cierto es que constituye una tendencia que, poco a poco, se va abriendo paso entre los países más avanzados. Lo cual, además de venir motivado por la necesidad de medidas que estimulen el crecimiento, es coherente con el hecho de que en la era de la globalización y el cambio tecnológico el factor humano tiene una creciente importancia en la actividad productiva.

Es, precisamente, esta revalorización del individuo, basada sobre todo en su dimensión de fuente inagotable de  conocimiento y creatividad, la que hace que  ámbitos de actuación gubernamental, como la educación, la sanidad o la propia legislación inmigratoria, se hayan convertidos en claves a la hora de influir en la prosperidad de un territorio.

La evolución de la estrategia de promoción de la iniciativa emprendedora ilustra muy bien cómo el foco de la actuación pública se ha  desplazado gradualmente desde la empresa creada a la persona que la crea. La aprobación de la ley Small Business Act en 1953 en los Estados Unidos marcó el comienzo de este proceso marcado por el cambio de escala en los motores del empleo y la competitividad en el mundo desarrollado, y que se ha traducido en un creciente protagonismo de la pequeña iniciativa empresarial  frente a la gran empresa.

Si bien ya desde finales de los noventa se podía identificar en la política comparada una actuación específicamente dirigida a elevar la natalidad empresarial, el nivel de intervención todavía se situaba en la organización. Los instrumentos, por tanto, continuaban siendo -con mayor grado de sofisticación, quizá- los mismos que se venían utilizando desde los años 50: mecanismos de financiación blanda, provisión de espacios de trabajo a precios competitivos, programas de formación  en gestión empresarial, etc.

Sin embargo, a raíz de las últimas investigaciones que han revelando el carácter complejo del fenómeno emprendedor, ha quedado de manifiesto que un enfoque que no incida en el nivel individual y ambiental es claramente insuficiente. Algunos países pioneros en la creación de ecosistemas emprendedores están haciendo un esfuerzo considerable para coordinar esta actividad tradicional de promoción con la que se lleva a cabo desde otras instancias públicas o privadas que son susceptibles de influir en los niveles de emprendimiento.

La reducción de trámites, licencias y plazos para crear nuevos negocios es una actuación que se inscribe en este nuevo paradigma de la política de emprendedores y que se está extendiendo en todo el mundo desarrollado, incluido nuestro país, aunque conforme nos recuerdo cada año el informe Doing Business no con mucho éxito.

Pero también se enmarcan en esta estrategia los cambios que introdujo el Reino Unido el año pasado en su legislación de extranjería a fin de favorecer la creación de startups de alto potencial. Y es que facilitar el establecimiento de emprendedores foráneos constituye  un claro ejemplo de cómo una medida en principio ajena a la política empresarial pueden influir enormemente sobre ella.

Canadá hace dos meses anunció que creará también un nuevo visado para emprendedores, y en Estados Unidos la propuesta lleva ya varios meses debatiéndose en el Congreso. Así pues, merced a las novedades aportadas en el último estadio de esta política, la atracción de talento empresarial se va a convertir en un campo de batalla más para las naciones en la economía global, junto al comercio internacional, la inversión extranjera y el turismo.

La creación en nuestro país de una “visa” destinada a facilitar el establecimiento de emprendedores  extranjeros, así como la contratación de talento internacional por las startups españolas, sin duda, favorecería la creación y expansión de “empresas gacela”, situando a España en buenas condiciones para competir por las mejores mentes con las naciones que ya han dado el paso y de paso el Gobierno respondería a una petición unánime de los emprendedores españoles más exitosos.

Comoquiera que sea, España necesita acelerar la transición hacia una “economía emprendedora” para volver a crecer y generar empleo neto, y por ello es fundamental que las administraciones sigan apostando por el apoyo a los emprendedores y las pymes  con un enfoque más amplio  y mejor coordinado de lo que se ha tenido hasta la fecha. En este sentido, un visado para los emprendedores al estilo anglosajón demostraría que más allá de la retórica vamos por el buen camino.

Iñaki Ortega es Doctor en Economía

martes, 11 de diciembre de 2012

¡¡España Emprende!! Nada es imposible

(El manifiesto ¡¡España Emprende!! presentado públicamente el día 11 de diciembre de 2012 ha sido promovido por el Circulo de Empresarios y diversos agentes del ecosistema emprendedor español entre los que se encuentra Iñaki Ortega. Puedes adherirte a través de este enlace: manifiesto circulo de empresarios)



¡¡España Emprende!!  Es la expresión de que “nada es imposible” para un país que ha sido y es un país de emprendedores, de personas con iniciativa, talento y deseo de desarrollar nuevas oportunidades e ideas. Es el reflejo de la necesidad de crear nuevas empresas, de generar nuevos puestos de trabajo, de buscar nuevos mercados, de unir personas e ideas, y de promover una sociedad emprendedora como motor del cambio económico y social. En ¡¡España Emprende!! Se recogen las medidas urgentes e inmediatas y de medio y largo plazo, en cada una de las cinco áreas que consideramos fundamentales, para dinamizar la economía española, impulsar la iniciativa privada y permitir así la creación de 500.000 empresas en los próximos años. ¡¡España Emprende!! Es una iniciativa colectiva formada por emprendedores, empresarios, organizaciones empresariales y sociales, escuelas de negocio y otras instituciones, que cree en la necesidad y urgencia de impulsar el emprendimiento en España como respuesta a los nuevos retos económicos del contexto nacional e internacional.

EDUCACIÓN

1.            Implantación de la educación emprendedora y empresarial, basada en metodologías vivenciales e inminentemente práctica, en el ámbito curricular en la Educación Básica, Bachillerato, Formación Profesional y Universitaria; fomentando el desarrollo de actitudes y valores, capacidades y habilidades emprendedoras.

2.            Capacitación de los docentes en materia de educación emprendedora mediante su incorporación tanto en los estudios reglados de docencia como en la oferta de formación continúa.

3.            Desarrollo de programas que promuevan la creación de empresas en los centros de formación profesional, las universidades y escuelas de negocios


INNOVACIÓN


4.            Creación del “Visado de Emprendedores” que permita atraer talento empresarial e innovador del resto del mundo.

5.            Generar un entorno de contratación más transparente y competitivo que posibilite a las startups o empresas de nueva creación acceder a contratos de la Administración Pública y de grandes empresas.

6.            Vincular la financiación de las Universidades públicas a spin off o a proyectos con empresas privadas.




FINANCIACIÓN


7.            Creación de un Fondo de Emprendimiento de capital semilla público-privado, con gestión privada, para el desarrollo de la pequeña empresa.

8.            Creación de un Fondo de Capital Riesgo público-privado, con gestión privada, para empresas de nueva creación o startups de carácter innovador, en el que participen el ICO y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) junto a Sociedades de Capital Riesgo.

9.            Creación de indicadores que identifiquen el retorno y calidad de cada una de las iniciativas de apoyo a los emprendedores y fomento de la innovación puestas en marcha por la Administración Pública, de cara a tomar decisiones sobre su continuidad.


REGULACIÓN


10.       Tramitación on-line de la constitución de empresas en 24 horas y con un coste que no podrá ser superior a 24 euros.

11.       Devolución mensual del IVA a las empresas de nueva creación o startups, durante los tres primeros años.

12.       Creación de un nuevo sistema de cálculo de cuotas de la Seguridad Social para las empresas de nueva creación o startups ligado a la cifra de negocio, hasta 100.000 euros de facturación anual, y proporcional a esta, durante los tres primeros años.


FISCALIDAD


13.       Creación de la “acción de emprendimiento” (startup shares) al objeto de facilitar la atracción de talento por los emprendedores en los primeros años de vida de su empresa, permitiéndose retribuir a sus trabajadores con este tipo de acciones, con un beneficioso tratamiento fiscal, cuando la empresa despunte. La acción de emprendimiento supondrá un régimen fiscal favorable para el personal de empresas de nueva creación o startups durante los tres primeros años desde su creación.

14.       Personas físicas/ business angels: (I) Plusvalías: tributación al 1% por las plusvalías obtenidas en empresas de nueva creación o startups, en adquisiciones realizadas hasta el quinto año de constitución y con un mínimo de tenencia de 2 años. (II) Minusvalías: integración en el IRPF con el límite de 150.000 euros/año, pudiendo integrar el exceso de la pérdida durante los cuatro años siguientes.
15.       Incentivos fiscales en el IRPF para inversión y/o financiación de startups o empresas de nueva creación. En el caso de inversión, deducción del 15% con el límite base de 100.000 euros. En el caso de financiación, tributación al 10% sobre las rentas obtenidas.


15 medidas + 1


Promover la aparición de una sociedad emprendedora e innovadora requiere, junto a las 15 medidas prioritarias, una mayor coordinación y cooperación entre la Administración Pública y el sector privado.


Es necesario unificar esfuerzos, recursos e ideas para generar riqueza, empleo, competitividad y bienestar. De ahí, que propongamos la creación de una entidad público-privado de carácter nacional, «España Emprende». Esta entidad tendrá dos grandes misiones: En primer lugar, orquestará y dará coherencia a las iniciativas públicas y privadas de apoyo a los emprendedores para garantizar su eficiencia y sostenibilidad. En segundo lugar, se encargará de la elección y desarrollo de las áreas prioritarias de innovación, gestionará la financiación y generará sinergias entre las universidades, las escuelas de negocios y las empresas.


lunes, 14 de noviembre de 2011

España Emprende, Start-up Spain

Llegamos con retraso, pero precisamente por este motivo estamos a tiempo de no llegar mal.

En los años 80,  se produjo un cambio de escala en las palancas de competitividad y empleo de las economías desarrolladas, y fue Estados Unidos el primer país en atisbar el nuevo paradigma. De hecho, ya en el cambio de década, los trabajos de D. Birch pusieron de relieve que, contrariamente a lo que se venía creyendo, no eran las grandes corporaciones las que más impulsaban el empleo, sino la empresa incipiente. 

En particular, la conclusión a la que llegó este investigador del MIT fue que el 80% de los puestos de trabajo que se creaban entonces debían atribuirse a PYMEs que no alcanzaban los cuatro años de antigüedad.  A la luz de estos resultados, el gobierno federal incrementó considerablemente su apoyo a la formación y expansión de start-ups, creando unos instrumentos financieros que, junto al capital privado, han hecho posible el desarrollo de tecnologías como el GPS, Internet o el wifi.


Recientemente, un estudio de la Fundación Kauffman ha corroborado ese papel estratégico que ha tenido la  iniciativa empresarial en Estados Unidos al concluir  que las empresas de reciente constitución están detrás de todo el empleo neto creado en las últimas décadas, lo cual no deja de ser una constatación de que la cultura del entrepreneurship ha ganado terreno durante ese tiempo a la del management. Esta forma de entender el mundo de la empresa es un valioso intangible puesto que los emprendedores tienen incentivos para ampliar la frontera de posibilidades de producción mientras que los directivos, más inclinados hacia la eficiencia, los tienen para operar dentro de ella –el éxito económico de Silicon Valley e Israel, los dos mejores ecosistemas para el emprendimiento a nivel mundial, son prueba de ello.

España, país donde tradicionalmente no se ha sabido valorar el potencial de la pequeña escala empresarial,  también ha empezado a dar importantes pasos en esa dirección. El Ministerio de Industria ha identificado, entre públicas y privadas, más de 2.500 plataformas dedicadas a la promoción del emprendimiento. Sin embargo, y pese a esta inflación de apoyos, la estrategia no está funcionando, como lo demuestra la vacilante marcha hacia la recuperación económica y, sobre todo, la cifra de cinco millones de parados. Y es que estos mecanismos ni han evitado la caído de la natalidad empresarial -más de un 40% desde 2007- ni han propiciado que las empresas creadas, salvo alguna notable excepción, posean proyección suficiente para acelerar la transición hacia una nueva orientación productiva.

El porqué de la ausencia de resultados hay que encontrarlo en la forma en que se ha implementado. Mientras que en Estados Unidos –dando un renovado impulso a la política de apoyo al emprendimiento- se ha lanzado Start-up America, siguiendo la experiencia chilena, un gran programa de colaboración público-privada entre el gobierno federal y las grandes empresas del país para canalizar y coordinar los esfuerzos dirigidos a los emprendedores, en España ha faltado orquestación entre administraciones y no se ha explorado lo suficiente la posibilidad de establecer  alianzas estratégicas con los puntales del tejido empresarial. Si se corrigieran estas deficiencias a buen seguro que las actuaciones realizadas acabarían teniendo el efecto multiplicador pretendido sobre el empleo y la innovación.

El difícil panorama financiero impone a la administración más ajustes prespuestarios, pero el establecimiento de puentes de colaboración con el sector privado, unido a una mayor coordinación entre instituciones, permitiría al gobierno que saliese de las elecciones del 20N seguir avanzando en el cambio de escala a través del apoyo a los emprendedores  sin necesidad de incrementar los recursos públicos que ya se destinan a este fin y, desde luego,  con mejores resultados.

España necesita más iniciativa empresarial, especialmente en sectores que, por ser intensivos en tecnología y conocimiento, tienen más recorrido, para que no volvamos a confundir, como durante el boom inmobiliario, progresar con crecer.  Para que haya verdadero progreso el emprendimiento de alto potencial debe ocupar su lugar como motor de la economía, de igual forma que la cultura del esfuerzo y el talento debe sustituir a la de la especulación y el subsidio. España necesita un plan España Emprende, un auténtico Start-up Spain, y cuanto antes lo tenga mejor.

Publicado originalmente El Confidencial

Promotores de la Iniciativa:
- Iñaki Ortega Profesor en la Universidad Rey Juan Carlos
- Javier Santiso Profesor ESADE
- Zaryn Dentzel Emprendedor TUENTI
- Gustavo Garcia Emprendedor BUYVIP
- Iñaki Arrola Business Angel y Chamberi Valley
- Luis Rivera Emprendedor Tetuan Valley

- Marek Fodor Business Angel y Seedrocket