(este artículo se publicó originalmente en el periódico 20 Minutos el día de 13 junio de 2022)
Año tras año, la educación financiera en España aparece como una asignatura pendiente. Esta disciplina no supone ser un experto economista sino tener unos conocimientos básicos sobre conceptos como el ahorro, la inversión, el crédito, los gastos y el presupuesto familiar. Aquellos países con ciudadanos bien educados en estas lides soportan mejor las crisis. Veamos porqué.
La pandemia supuso que muchos de los afectados por el cierre de la actividad tuviesen que recurrir a la hucha del cerdito para sobrevivir. La guerra en Ucrania está haciendo que las inversiones de los ahorros de una vida se estén desplomando. La subida del precio del gas la notamos los que tenemos coche al pasar por la gasolinera y sin excepción la inflación de dos dígitos se sufre en la cesta de la compra A todos nos atañen los conceptos de la educación financiera.
Por ello conocer el significado de la última subida del IPC del 8,7% es importante no solo para los macroeconomistas sino para cualquier paisano que viva en un país con inflación. Las cosas cuestan más, los sueldos no suben los mismo, pagamos impuestos de más, el resultado es que somos más pobres debido a ese guarismo del IPC y encima sin darnos cuenta.
Entender una subida de 0,25% de los tipos de interés anunciada en Frankfurt por el BCE, es clave para los banqueros, pero sobre todo para los que tenemos una hipoteca. Europa sube el precio del dinero y por tanto los bancos cobrarán más por habernos prestado el dinero para nuestra casa. Con un presupuesto familiar muy ajustado en el que apenas ahorramos, un cambio en una de las partidas más importantes -la hipoteca- puede hacer que las pasemos canutas.
Estar al día de la prima de riesgo -también conocida como el diferencial respecto al bono alemán- es un dato esencial para los gestores públicos y por supuesto para los que reciben una beca por estudios, una pensión por jubilación o una baja por maternidad. Un país que gasta mucho más de lo que ingresa tiene déficit y esa diferencia -acumulada año tras año- ha de pedírsela a alguien que es la deuda. A cambio se les paga unos intereses por ello. Si eres fiable (como Alemania) pagas x, si eres menos fiable pagas algo más, por eso se llama prima. En la actual coyuntura cada vez pagaremos más intereses, por ello habrá menos dinero para los gastos públicos de los que nos beneficiamos.
Si no entiendes nada de lo que te estoy contando, piensa que formas parte de una mayoría de españoles, según los datos de la encuesta global Standard&Poor de educación financiera. Pero al mismo tiempo con muy poca dedicación podrías estar en el otro grupo de españoles (45%) que gestionará mejor las incertidumbres económicas. Hay margen para ello. Cada año pasamos más de 1500 horas delante del televisor y por lo menos 700 horas en las redes sociales. Nuestra vida depende de nuestros ingresos, ahorros y gastos, por eso no estaría mal dedicar alguna horilla a estar al día de la economía que tanto nos afecta.
Iñaki Ortega es doctor en economía en UNIR y LLYC
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