(este artículo se publicó originalmente en el diario 20 Minutos el día 14 de diciembre de 2020)
Piensa en tus amigos que no
quieren salir de casa y en esos otros que no quieren entrar. En tus familiares
que teletrabajan y en los que siguen en el atasco mañanero. En los que van en
el autobús con dos mascarillas y pantalla frente a los que llevan siempre la
nariz fuera del antifaz. Tus hermanos que no quieren juntarse en Navidad y los
padres que matan por ver a sus hijos. Los abuelos que llevan desde marzo sin
abrazar a sus nietos y los que no han dejado ni un solo día de ir a la
guardería para ayudar a sus hijos trabajadores. Los colegas que estornudan
tapándose con el antebrazo y los que te saludan con un abrazo. Los funcionarios
que no han vuelto a la oficina y los camareros que ya se les ha acabado el
paro. Los que van al gimnasio por la mañana con su ERTE bajo el brazo y esos
otros que madrugan más de la cuenta para evitar la hora punta del metro.
Pero en las dos Españas del coronavirus
pasa algo similar que con las de la política. Es muy difícil ser coherente y
permanecer en la trinchera ideológica o en la de la covid19. Defender el confinamiento más estricto o
apostar por la relajación absoluta de las medidas es más fácil de palabra que
con hechos. Cuantos amigos de derechas acaban votando a la izquierda cuando se
enfadan con su partido o al revés, esos que votan en secreto a la derecha para
que no les suban los impuestos. Ahora piensa en esos que defienden con uñas y
dientes el teletrabajo pero que en cuanto pueden se van a la casa de la playa.
O los que jamás cumplen el distanciamiento, pero ahora que llega la Navidad con
tal de no ver a sus cuñados se acogen a las medidas sanitarias.
Si piensas que la conclusión de
todo lo anterior es que somos un desastre como país. No es verdad. O sí.
Simplemente recuerda este verso, de nuevo de Machado que igual te ayuda: “Tengo un gran
amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me
encanta y me indigna al mismo tiempo”
Iñaki Ortega es
director de Deusto Business School y profesor de la UNIR
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