viernes, 21 de septiembre de 2018

Logroño y los emprendedores, a examen

(este artículo se publicó originalmente en el diario La Rioja el 19 de septiembre de 2018)

Tal como advertía a sus alumnos el físico y matemático lord Kelvin allá por el siglo XIX, “lo que no se define no se puede medir; lo que no se mide, no se puede mejorar; lo que no se mejora, se degrada siempre”. Con esta premisa en mente, un grupo de docentes e investigadores han evaluado a la ciudad de Logroño en una de las actuaciones más arraigadas en materia de políticas de emprendedores como son las subvenciones a nuevos empresarios. El compromiso con la transparencia del ayuntamiento de la capital riojana a la hora de medir sus actuaciones de apoyo al emprendimiento y una nueva herramienta desarrollada a tal efecto por Deusto Business School e Ibermática, con financiación de la Fundación COTEC, han hecho posible este examen, cuyas conclusiones se presentaron en la Universidad de La Rioja  el pasado 14 de septiembre en el XII Workshop de investigación basado en el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM).

Las políticas públicas de apoyo a la creación de empresas han experimentado desde el cambio de milenio un importante desarrollo en los países avanzados. La cada vez más nítida relación entre competitividad y actividad emprendedora reflejada, entre otros, por los trabajos enmarcados en el informe GEM ha llevado a los gobiernos a incrementar los instrumentos de impulso dirigidos al colectivo de los nuevos empresarios. España no ha sido una excepción, pues, impelidas por la necesidad de buscar soluciones al fuerte alza del desempleo que tuvo lugar durante la crisis, las administraciones públicas llegaron a poner en marcha más de 2.500 plataformas de apoyo a los emprendedores.

Son muchas las ocasiones en las que los gestores públicos reciben críticas desde diferentes sectores por las ayudas proporcionadas a incentivar el emprendimiento en detrimento de otros colectivos. Sin duda la ausencia de esfuerzos de una evaluación rigurosa destinada a valorar los resultados no ha ayudado a defender el gasto público en emprendimiento.

Siendo honestos, no es que hasta ahora las diferentes administraciones no hubieran realizado intentos de medir el retorno de sus ayudas al emprendimiento, pero lo cierto es que éstas, cuando se han realizado, no han contado con un marco homogéneo y verdaderamente cuantificable. A su vez en nuestro país y otros del entorno, la cultura anglosajona de la evaluación ha brillado por su ausencia cuando en cualquier área de intervención administrativa hoy se considera esencial tanto desde el punto de vista de la responsabilidad en la gestión pública como de la operatividad. Lo primero es una exigencia para el buen funcionamiento de un sistema democrático, pues sin información difícilmente la ciudadanía podrá enjuiciar la labor de sus gobernantes; lo segundo es un principio básico para buscar el alineamiento de los objetivos con los resultados, asegurando la mejora continua.

Conscientes de ello,  hemos querido diseñar una nueva herramienta destinada precisamente a cubrir este déficit en materia de rendición de cuentas y que es en gran medida la causa de que estas políticas de impulso a empresarial hayan sido puestas en tela de juicio en nuestro país. Bautizada como ROIpe (acrónimo de return on investment de las políticas de emprendedores), la herramienta está concebida para medir la eficiencia de las políticas públicas de apoyo a los emprendedores en base al impacto que estas tienen en los ingresos públicos. Accediendo a este instrumento a través del sitio web (www.roiemprendedores.com), los responsables de las administraciones públicas pueden identificar de una manera fácil e intuitiva los tributos, cotizaciones sociales y otros ingresos públicos que las nuevas empresas beneficiarias de sus programas generan y contrastarlos con los costes en incurridos en la gestión de los mismos. El resultado viene expresado en forma de razón matemática que sintetiza la contribución neta de las actuaciones de impulso empresarial al sostenimiento del gasto público. 

Como se ha señalado, uno de las primeras actuaciones enjuiciadas por la herramienta ROIpe ha sido la subvención para la creación de microempresas del Ayuntamiento de Logroño. Creada en 2012,  esta línea de ayudas se ha venido convocando anualmente hasta contabilizar en 2017 más de 2,7 millones de euros desembolsados. Los responsables municipales siempre han sido conscientes de que la medida tenía un efecto de estímulo notable en la creación de empresas -1.042 nuevos negocios desde la primera convocatoria- y  puestos de trabajo  –1.330 empleos–, y aunque hacían un seguimiento de la supervivencia de los proyectos -88% al final del primer año y en torno al 70% al final del segundo-, desconocían el impacto neto que esta tenía sobre las arcas públicas.

Precisamente el análisis presentado en el congreso científico de este mes en Logroño recoge los resultados de  ampliar la evaluación en términos de ROIpe. Lo cual ha supuesto poner en relación el incremento de la tributación y las cotizaciones sociales que han propiciado, a través de las nuevas actividades empresariales, las dos primeras convocatorias de la subvención con los costes que su gestión ha supuesto para las arcas municipales, a fin de poder valorarla no solo en términos de eficacia, sino también de eficiencia. A la luz de este ejercicio de evaluación, el esfuerzo realizado por el Ayuntamiento de Logroño para apoyar a los nuevos empresarios ha tenido un retorno neto positivo en el erario público. Si en la primer convocatoria del programa el retorno de inversión de la primera convocatoria fue de 1:1, es decir por cada euro invertido por las arcas de Logroño se obtuvo un retorno económico de la misma cantidad; en la segunda convocatoria este ratio subió a 1:21.

De este modo, cabe concluir que la subvención es una medida sostenible para las arcas públicas de la capital riojana. Todo ello al margen del efecto dinamizador que tiene sobre el comercio de proximidad y sin entrar a evaluar otros aspectos de dimensión económica como el efecto multiplicador sobre otras actividades o el ahorro en el gasto público en caso de emprendedores o trabajadores que salgan del desempleo gracias a los nuevos negocios, aspectos extremadamente relevantes para cualquier administración bien gestionada. Enhorabuena al Ayuntamiento y a los emprendedores de Logroño no solo por ser pioneros en este ejercicio de evaluación, sino en demostrar que su actividad económica es muy rentable también socialmente.

Iñaki Ortega es director de Deusto Business School y profesor de la UNIR

 Iván Soto  es el coordinador del informe ROIpe para COTEC, Ibermática y Deusto Business School
                

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