martes, 14 de junio de 2016

Los millennials se han hecho mayores

(este artículo fue publicado originalmente en la revista Bez el 13 de junio de 2016)

Cuando creías que ya lo sabías todo porque te enteraste que los millennials no son lectores empedernidos de la saga de novelas Millennium de Stieg Larsson, ha aparecido una nueva generación, la llamada generación z, que te ha vuelto a dejar anticuado.

‎Los millennials también conocidos como la "generación y" son aquellos jóvenes nacidos entre finales de los setenta y mediados de los noventa del siglo pasado; su diferente forma de comportarse como empleados y consumidores hizo sonar todas las alarmas en las grandes empresas de medio mundo. Se les ha analizado desde todos los puntos de vista: cómo viajan, qué leen, si ahorran o no, su ocio, qué estudian y hasta qué comen. Pero el tiempo pasa inexorablemente también para esos jóvenes y ya está aquí la siguiente generación, son los nacidos entre 1994 y 2010. Y de nuevo son objeto de estudio porque como reza la sexta acepción de la palabra generación en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, son una cohorte de edad que han recibido una misma educación e influjos culturales que les ha hecho tener unos comportamientos afines.

La generación z, a diferencia de los millennials, se han educado y socializado con internet absolutamente desarrollado en sus casas y en los móviles de sus padres, con libre acceso para ellos desde que tienen uso de razón: son los verdaderos nativos digitales. En la red han encontrado respuestas a sus preguntas sin recurrir a padres o profesores y eso les ha llevado a ser autodidactas frente a la obsesión de los títulos académicos de la “generación y”.  A un clic tienen acceso a todo el conocimiento del mundo y además de la mejor forma que nunca antes se había dado: los tutoriales han jubilado las clases magistrales. Es por ello fácil de entender su irreverencia con la autoridad ya sea paterna, docente o incluso profesional. Poner en cuestión lo que dicen sus mayores ya no es un rasgo de inmadurez sino que es la forma de ser de una generación que sabe que domina las herramientas de la nueva economía y del nuevo mundo que ellos van a liderar.

Trabajar es un medio y no un fin en sí mismo, de modo y manera que a lo largo de su vida serán freelance, otras veces  trabajadores por cuenta ajena ‎y también buscarán meses sabáticos para disfrutar de un ocio cada vez más barato. Recientemente hemos conocido la encuesta a realizada a 8000 jóvenes por GAD3 con la Fundación Axa, los universitarios españoles quieren emprender cuando terminen de estudiar y por primera vez es una opción que compite con trabajar en una gran empresa o ser funcionario. Esa precocidad para el emprendimiento contrasta con los millennials que esperaban a tener experiencia y bastante más de 30 años para crear su primera empresa según nos dice el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM).

La inmediatez es también rasgo característico de estos adolescentes aprendida en su uso compulsivo de redes sociales y en la capacidad de las nuevas multinacionales, las llamadas GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon) a responder rápida y eficazmente a sus demandas.


Esta generación ha dejado obsoleto el lema de la innovación de estos años "think out the box" porque la caja del conocimiento se ha roto, se ha dispersado libremente por la red y los jóvenes que están saliendo de las universidades tendrán que construir su propia caja‎, elegir e hibridar sus conocimientos y ser polímatas, tener varias habilidades. No es ciencia ficción y hoy ya para ser periodista hay que saber de tecnología como nos recuerda la revista Forbes y los periódicos de Vocento que ya utilizan robots para muchas de sus informaciones. Los nuevos abogados y consultores además de leyes y economía tendrán que dominar el mundo del hacking y las nuevas monedas basadas en la tecnología blockchain. ‎Agricultores que aplicarán algoritmos para que sus tractores sean autónomos o banqueros que utilizan la robótica para invertir el dinero de sus clientes. Qué decir de los profesores que ya estamos cambiando la tiza por las flipped classroom y los MOOCs.

Estos cambios se notan ya en las empresas. En poco tiempo hemos pasado de grandes corporaciones exigiendo a sus empleados la trasformación digital,  a trabajadores de la “generación z” exigiendo a sus empresas herramientas para poder aplicar todo su talento de nativos digitales. En plena década del masivo desempleo juvenil uno de los grandes problemas es la atracción y retención del nuevo talento. Los estadísticos e informáticos tienen tasas de empleabilidad total y los dobles grados en matemática y física han arrasado este año entre los chavales que quieren empezar la universidad.

Vivimos tiempos ‎de cambios rápidos y profundos así que si todavía crees que estás a la última porque has aprendido a usar Facebook y estas enganchado a Whastapp… te recomiendo que hables con chicos y chicas que están estudiando en la universidad ahora mismo, así lo hemos hecho en Deusto Business School y Atrevia en nuestra reciente investigación "Generación z. La última generación". Te sorprenderá saber que para ellos Facebook es cosa de padres porque “lo que de verdad funciona es Snapchat”.


Iñaki Ortega es doctor en economía y profesor de Deusto Business School, en 2014 publicó el libro ”Millennials, inventa tu empleo” (Ediciones UNIR)

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