viernes, 7 de mayo de 2021

¿Puede España aspirar a ser el líder mundial de la economía sénior?

(este artículo se publicó originalmente en el Periódico El Mundo el día 29 de abril de 2021)


Hubo un tiempo en que cumplir cincuenta años suponía el declive de la vida. De hecho, a lo largo de toda la historia de España la inmensa mayoría se moría antes de alcanzar esa edad y solamente a partir de 1930 la esperanza de vida superó los 50 años. Incluso durante décadas del siglo pasado los años que de media vivía un español a partir de su jubilación eran apenas diez, hoy se superan los 23 años para las mujeres. Si en 1900 apenas uno de cada diez españoles llegaba a los 65, ahora nueve de cada diez alcanzan esa edad. Un cambio tan rápido -de media estamos ganando a la vida dos o tres años cada década- que ha impedido ser asimilado por las instituciones patrias. Entendiendo el término instituciones de una manera comprehensiva, al igual que el premio nobel Douglass North, como las leyes que nos hemos dotado, pero también las empresas que prestan sus servicios en nuestro territorio

Hoy la esperanza de vida es uno de los grandes logros de España y podemos sentirnos orgullosos de ser uno de los países del mundo donde mejor ha funcionado el círculo virtuoso de clima, sanidad y hábitos de vida. Pero ahora toca aprovechar que estemos en el corazón de la longevidad global.  En todo el mundo se ha despertado el interés por una nueva disciplina de la economía que estudiar las oportunidades de la longevidad, en especial por la irrupción de un numeroso grupo etario que supera los 50 años. Se le ha bautizado economía senior o plateada como el color del pelo de sus protagonistas. Hoy en España son más del 30% de la población y en breve, en 2050, la mitad de sus habitantes superarán los 50 años. Además, una mayoría aplastante con buena salud y calidad de vida.

En economía también hablamos de los océanos azules como aquellos mercados que no han sido explotados por nadie y que permite a empresas innovadoras operar con éxito y sin competencia. Los profesores de INSEAD que acuñaron el término defendían que aquellas compañías que piense en clientes insatisfechos o usuarios que aún no existen, lograrán espectaculares crecimientos. La economía senior comprende nuevas viviendas (o reformas de las actuales) para los mayores que no desean vivir en una residencia, ocio a la medida de su edad, ropa y tecnología diseñada para ellos y no para jóvenes; productos financieros para hacer líquido los ahorros de toda una vida o una nueva educación que facilite reinventarte varias veces. Pero también normas para evitar la destrucción de empleo senior, incentivos para seguir trabajando más allá de la edad de jubilación o reformas para que las pensiones públicas se complementen con las personales, sin olvidar el fomento del emprendimiento senior y de una nueva industria del antienvejecimiento.

Esas son algunas de las razones por las que los empresarios españoles de la CEOE en la reunión de su junta directiva del 17 de marzo decidieron crear en su seno una comisión nueva con el nombre de economía senior. En palabras del presidente Antonio Garamendi «los nuevos bienes y servicios que empresas españolas pueden ofrecer a la cohorte de los mayores de 50 años es una inmensa oportunidad para generar riqueza y empleo»

España es un país abierto, acostumbrado a acoger a millones de turistas y a ofrecerles una calidad de vida inmejorable. Ahora se puede capitalizar esa industria en un nuevo nicho económico que, conforme reza la demografía, crecerá en tasas de dos dígitos, cifras que ningún otro mercado soñará alcanzar. La economía senior no supone renunciar a alertar de la fragilidad de nuestro sistema de pensiones sino al contrario una vía para apuntalarlo con millones de empleos y cientos de miles de millones de facturación. Hoy ya esa economía plateada si fuese un país sería la tercera potencia del mundo después de Estados Unidos y China. La batalla por el consumidor senior ha empezado y estamos en una posición inmejorable por ofrecer a los españoles, pero también a los ciudadanos de todo el mundo, las mejores ciudades para vivir con los mejores servicios. Para ello es imprescindible poner la economía plateada en lo más alto de las prioridades de las administraciones públicas, pero también de las empresas y emprendedores.


Iñaki Ortega es director científico del centro de investigación Ageingnomics
Ricardo Mur es presidente de la comisión de economía senior de la CEOE

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