(este artículo se publicó originalmente el día 25 de noviembre de 2020 en el número especial del 20 aniversario del periódico 20 Minutos)
A la vez que lees esta columna,
15 millones de españoles que suponen el 30% de la población superan los 55 años.
Esta cohorte protagoniza más de la mitad del consumo, tiene la mayoría de las
viviendas en propiedad del país, pero sufre una discriminación inédita. El
edadismo -que ha así se llama la lacra que sufren los mayores en nuestra
tierra- supone que el mercado laboral está casi cerrado si tu DNI dice que
naciste antes de 1970; en la publicidad apenas aparecen adultos mayores y si lo
hacen están enfermos; en la mayor emergencia sanitaria de nuestra historia
sufrieron el triaje en las urgencias o murieron solos porque decidimos que para
protegerles nadie debía visitarles.
Pero la realidad es -según un
reciente estudio que he tenido el honor de coordinar- los mayores viven en
hogares con varios ingresos, tienen estudios, ahorran, se cuidan, son
optimistas con el futuro, apenas van al médico, son activos en redes sociales y
compran por internet, quieren seguir trabajando y aspiran a vivir muchos años
en su casa de un modo autónomo, les gusta viajar y están pensando en gastar más
en ocio. Pero nos empeñamos en dibujar una realidad en blanco y negro de unos
mayores de luto, frágiles como bebés y a los que hay que tratar con un
paternalismo que da grima.
En el partido de la dignidad y el
respeto a las canas vamos perdiendo de goleada. Aún estamos a tiempo de darle
la vuelta porque el tiempo pasa para todos y en breve puede que seas tú el que
sufra el edadismo.
Iñaki Ortega es director de Deusto Business School y profesor de la
UNIR
No hay comentarios:
Publicar un comentario