lunes, 10 de abril de 2023

Talento senior y viejo continente

(este artículo se publicó originalmente en la revista Executive Excellence el día 4 de abril de 2023)


Hay cambios estrepitosos y otros lentos, silenciosos al mismo tiempo que imparables. El envejecimiento europeo es de estos últimos. Es sabido que el continente envejece por la confluencia del incremento de la esperanza de vida y la reducción de la natalidad. Pero quizás menos conocida es la evolución de las pirámides de la población laboral de los países europeos con cuatro grandes tendencias: un déficit cada vez mayor de efectivos jóvenes, un incremento de residentes y trabajadores no nacidos en el “viejo” continente, la mayor participación de la mujer en el trabajo y, sobre todo, cada día más personas mayores de 55 años en el mercado laboral.

Hay y habrá en el futuro más trabajadores seniors porque cada día esta población es mayor, los baby-boomers europeos ya son seniors. También debido a que los seniors pueden cubrir la ausencia de jóvenes en el mercado. Y, por último, porque es tremendamente beneficioso alargar las vidas laborales de la población activa y retrasar el momento de integrarse en las listas de beneficiarios de las prestaciones públicas de previsión social.

En el II Mapa de Talento Sénior, publicado recientemente por el Centro de Investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre se ha comparado España con seis países europeos (Suecia, Alemania, Polonia, Francia, Italia y Portugal) obteniendo sorprendentes conclusiones. En todos los países analizados los seniors activos -mayores de 55 años que desean seguir trabajando- están aumentando, especialmente las mujeres seniors, siendo un colectivo cada vez más relevante en la población activa total de sus países, especialmente en la cohorte que va de los 55 a los 59 años. Cae la actividad sénior en el grupo de 60 a 64 y ya lo hace de manera muy severa a partir de los 65 años.

Una tendencia es, por tanto, el alargamiento de la vida laboral en todos los países europeos. Esta realidad en cuanto a actividad también se traslada a los trabajadores ocupados, así en los últimos años la ocupación senior en Europa se ha incrementado, siendo especialmente relevante entre los que tienen entre 55 y 59 años. La ocupación de seniors es mayor en hombres que en mujeres, aunque en el caso de las mujeres sénior el incremento es mayor, lo que está ayudando a reducir la brecha entre sexos.

En general hay más trabajadores seniors trabajando por cuenta ajena que por cuenta propia, aunque según se avanza en edad, los trabajadores por cuenta propia van ganando terrero. Esto es, lo trabajadores por cuenta ajena salen antes del mercado de trabajo que los autoempleados., A partir de los 55 años el trabajo por cuenta propia gana peso sobre el total del empleo, siendo un gran refugio para aquellos trabajadores que quieren seguir ocupados. Al mismo tiempo la tasa de emprendimiento de los seniors es menor que la de otros tramos de edad. España muestra la tasa de emprendimiento más alta, aunque en cualquier caso es menor que en otros tramos de edad. Podríamos afirmar que nuestros seniors son los europeos más abiertos a emprender.

 

Entre el 70% y el 90% de los trabajadores seniors europeos que están ocupados desarrollan su actividad a tiempo completo, lo cual es paragógico, ya que muchos seniors manifiestan que estarían abiertos a extender su vida laboral desarrollando trabajos a tiempo parcial.

El incremento de la población activa senior en Europa ha traído como consecuencia también un incremento del “paro senior” en casi todos los países excepto en Alemania y Polonia. España e Italia tienen el mayor índice de desempleo europeo. En nuestro país este drama se traslada en que la mitad de los nuevos parados es senior, uno de cada dos desempleados mayores es de larga duración y uno de cada tres parados españoles es mayor de 55 años.

Tendremos que cambiar el paradigma de que el trabajo es para los jóvenes y que los mayores han de descansar. Los países del norte de nuestro continente ya están desarrollando prácticas orientadas a alargar la vida laboral de todos los trabajadores que hace que trabajen más años de media que los españoles o que su población activa esté 20 puntos por encima de la nuestra.

La salida temprana del mercado de trabajo deberá reducirse e introducir mecanismos de no discriminación laboral por razón de edad hasta alcanzar las edades legales de acceso a la jubilación. Igualmente, se deberá premiar la extensión de la vida laboral, no solo porque como dice el II Mapa podría suponer varios puntos de mejora del PIB sino porque también es un mecanismo para paliar la brecha de jóvenes en el mercado laboral que ha producido la tremenda caída de natalidad sufrida en Europa.

Estos deberán ser temas clave de debate social, pero también empresarial y por tanto económico. Las políticas relacionadas con el talento senior y su aportación económica también una prioridad para los gobiernos. No dejaremos de recordarlo.

Rafael Puyol, Alfonso Jiménez e Iñaki Ortega son investigadores y autores del II Mapa de Talento Senior

No hay comentarios:

Publicar un comentario