(este artículo se publicó originalmente en el periódico 20 Minutos el día 17 de abril de 2023)
Me cuentan Iñigo y Jaime lo que está pasando en el fútbol. Tienen 16 años y les brillan los ojos cuando explican el nuevo formato que está arrasando. Lo han promovido youtuberos junto a un famoso exfutbolista y hace unas semanas fue capaz de convocar en el Nou Camp a más de 92.000 personas. La clave es que el aficionado no se aburra, nunca más pasar por 90 tediosos minutos de un Las Palmas-Osasuna, me dicen. Aquí los partidos duran la mitad, los cambios son ilimitados, hay más goles porque el campo es más pequeño y menos jugadores en el campo. Los presidentes de los clubes ya no son serios empresarios, sino divertidas estrellas de internet que se hicieron famosos por comentar partidos de fútbol y videojuegos. Pero eso no es todo, las normas de este fútbol 7, incluyen dos gamberradas que lo hacen super ameno y que recuerdan a los juegos de mesa. Son los dados y las cartas. En un momento dado tiran al campo un dado gigante y en función del número que salga se cambia el número de jugadores en el campo, es decir que si sale el número uno, el partido se convertirá en un mano a mano; si sale tres, únicamente jugarán tres jugadores de cada equipo. Lo mejor viene con las cartas, ya que cada presidente elegirá al azar una y podrá usarla con su equipo en cualquier momento; la carta te permite cosas como que un gol valga el triple, sancionar al rival o disparar un penalti cuando te dé la gana. Tronchante.
Hoy está prohibido aburrirse. Parece que es lo peor que te puede pasar en pleno año 2023. Las clases de los profesores tienen que ser divertidas, a pesar de que la materia no lo sea; las noticias en la televisión, entretenidas, aunque acaben recordando a un concurso; las reuniones en las empresas, fugaces; los informes han de tener resumen ejecutivo y muchos gráficos porque nadie tiene tiempo para leerlo completo y menos si es sólo letras. Pero aún hay más. Las series con capítulos cortos y no muchos para que puedan verse en un fin de semana. Los libros mejor en audio, porque es mucho más divertido escucharlo que tener que leerlo. Los matrimonios siempre riéndose, porque si un día uno de los cónyuges se aburre, habrá que buscar un abogado para el divorcio. Tus redes sociales con momentos siempre épicos, no vaya a ser que tus seguidores piensen que eres un soso.
Hoy se identifica esfuerzo con tedio, concentración con aburrimiento, seriedad con apatía, profundidad con indolencia. Craso error. Por mucha inteligencia artificial que venga, siempre habrá que invertir tiempo en aprender cosas, resolver problemas de la vida cotidiana o reflexionar sobre tu futuro. Aunque en internet exista la doble velocidad para ver videos, en la vida real no puedes pedir a tus colegas del trabajo o amigos que te cuenten rápido su problema. Reivindicar el aburrimiento es la forma de denunciar el mal uso de internet que está provocando problemas de falta de atención y de concentración de cada vez más personas. ¡Viva el bostezo!
Iñaki Ortega es doctor en economía en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y en LLYC
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