miércoles, 20 de diciembre de 2017

La fórmula secreta para la digitalización

(este artículo se publicó originalmente en el diario El Economista el día 13 de diciembre de 2017)



La letra z es la última del alfabeto español. También los últimos que han llegado a trabajar a las empresas son los jóvenes nacidos a partir de 1994, conocidos como la generación z. El origen de la z viene de unas antiquísimas inscripciones en la península del Sinaí que representaban gráficamente esa letra con un puñal. Los que trabajamos con esa cohorte de edad en ocasiones sentimos ese puñal cuando se empeñan, con su irreverencia, en poner en cuestión todo lo que hacemos. El fin del principio de autoridad era algo que se venía produciendo en los últimos tiempos pero los jóvenes nativos digitales han perdido todo el respeto a sus jefes, padres y profesores porque no les necesitan ya para obtener las respuestas a sus preguntas.

Al parecer en Egipto ya había jeroglíficos que representaban la letra z, pero también los fenicios, etruscos y hasta los hebreos usaban unas figuras para representar la z y en todas ellas significaba «arma blanca». Conviene recordar que las armas blancas frente a las de fuego se llamaban así porque eran usadas por los caballeros que iban de punta en blanco, impecables. Es decir que a pesar de que esas armas infringían daño lo hacían de un modo honesto, conforme a unas normas. Los chicas y chicas de la generación z también  hacen daño a muchas industrias innovando con su startups, saltándose anticuadas barreras de entrada. Los emprendedores de fintech, insurtech o proptech ponen en apuros a la banca, los seguros y las inmobiliarias pero honestamente, porque están consiguiendo modernizar mercados obsoletos y además dar mejores y más baratos servicios a los consumidores.

Hubo que esperar a la civilización griega para que la letra z tomará su forma actual que heredaron los latinos y de ahí a nuestro idioma. El paso de los siglos nos ha hecho olvidar que detrás de muchas letras de nuestro abecedario hay un jeroglífico. La irrupción de esta generación z está generando mucha incertidumbre entre padres, maestros y en empresas porque no saben como acertar con esos jóvenes tan cambiantes. Esto nos recuerda qué dificil es descifrar lo desconocido. De hecho los jeroglíficos egipcios no fueron descifrados hasta después de dos mil años por el francés Jean François Champollion, llamado por ello el"Padre de la Egiptología". Nosotros no podemos tardar tanto es descifrar qué hay detrás de la conducta de los jóvenes que están poniendo en peligro la comodidad de las empresas incumbentes y nuestra paciencia en las aulas y oficinas.

La mitología atribuyó a un templo en Delfos la capacidad de conocer el futuro mediante unas sacerdotisas que hablaban por boca de Apolo. Eran las llamadas pitonisas. Durante varios siglos miles de personas, reyes o plebeyos, acudían una vez al mes al oráculo para saber que les depararía la vida. Muchas empresas hoy le consultarían si con la trasformación digital sobrevivirán. No pocos trabajadores alertados por los negros designios sobre la era de la inteligencia artificial le encuestarían si su empleo sobrevivirá. Y padres, profesores y empleadores harían cola para saber si la generación z tienen remedio o hay que dejarles ser así. Al mundo de la empresa ha llegado la estela del famoso oráculo con el muy usado en sociología método delphi, técnica  que te permite hacer predicciones mediante un proceso iterativo de encuestas a expertos. Nosotros después de estudiar a esta generación usando este método nos atrevemos a dar las claves para entender a los nuevos millennials. Será en un libro que presentamos este mes de diciembre en Madrid con la ayuda de dos empresas, Mapfre y El Corte Inglés, y las reflexiones de sus consejeros delegados. Por la novena letra de nuestro alfabeto empiezan tres de sus rasgos que hemos ido diseccionando en este mismo artículo. Irreverencia, innovación, e incertidumbre. Pero sin dos palabras más que también tienen la i como primera letra nada de lo anterior tendría sentido.

Los chicas y chicas que traerán la digitalización son la primera generación en la historia que se ha educado con internet en sus casas. Algo más de ocho millones en España pero el 25% de la población mundial, es decir son dos mil millones de almas que se han socializado y forjado su personalidad con acceso libre a la red de redes. Internet ha hecho que la unidad de medida del tiempo se haya acelerado de tal manera que lo que las generaciones anteriores aspirábamos a tener en un mes ellos lo tienen en un minuto. Música, amigos, compras, lecturas, viajes se consiguen ahora casi de forma inmediata. Por ello los jóvenes nos reclaman esa inmediatez cuando trabajan que nos parece inaudita pero para ellos y para cada vez más gente es lo natural.

Así que por favor apunten la fórmula secreta para adaptarse a nueva era de la mano de estos jóvenes: internet, innovación, irreverencia, inmediatez e incertidumbre.


Iñaki Ortega es doctor en economía y director de Deusto Business School

Nuria Vilanova es empresaria y presidenta de Atrevia

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