martes, 28 de noviembre de 2017

¿Cuántos trillones tiene un zettabyte?

(este artículo se publicó originalmente el día 27 de noviembre de 2017 en el diario La Información dentro de la columna #serendipias)

La información digital que existe en el mundo es muchísima, casi infinita. De hecho, se habla de que cada año generaramos más contenidos que todos los que se habían creado hasta ese momento en toda la historia. Recientemente, unos científicos se atrevieron a poner negro sobre blanco cuánta información hay disponible. Para estos expertos son varios zettabytes. Si no sabes qué es un zettabyte no pasa nada, simplemente quédate con que es sinónimo de alta capacidad. La serendipia aparece porque el prefijo de los zettabytes -zetta- coincide con el nombre con el que se conoce a la cohorte de chicos y chicas educados con internet en sus hogares. Es decir la llamada generación z, los nacidos a partir de 1994, fecha consensuada por los informáticos como el inicio del internet moderno. 

Se les llame «generación z» también por pura casualidad, no porque haya un sesudo análisis detrás. Lisa y llanamente porque son el grupo de edad que siguió a los «millennials» o «generación y», los que nacen en los años 80. Y se les conoce así porque antes hubo otro grupo de edad, los que ven la luz en los años 70, que tenían un comportamiento  tan incomprensible que un escritor canadiense, Douglas Coupland, les bautizó en un libro como la «generación x», precisamente por ser toda una incógnita para sus coetáneos. 

Un bit es un dígito del sistema de numeración binario, es decir un 1 o un 0,  sobre el que se basa lo que hoy conocemos como computación. Pronto los bits dejaron de usarse por el crecimiento de las capacidades de los ordenadores y fueron sustituidos por los bytes que son combinaciones de ocho bits.  Lo anterior nos permite llegar a definir un zettabyte que no es más que 1 byte seguido de 21 ceros. Está demostrado  que a partir de cierta cantidad de ceros nuestra mente es incapaz de poner en perspectiva una cifra tan elevada. Si no entendemos los zettabytes pero en cambio sí dominamos la ciencia, estaremos en disposición de entender a estos otros zetas, la generación z.

«Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para entrar en el mundo del saber.» La frase, atribuida al científico alemán Albert Einstein, no fue nunca tan cierta como con la generación que ha dejado antiguos a los famosos millennials. Los chicos y chicas que hoy tienen veinte años no han considerado la tecnología como una asignatura, a diferencia de los que superamos la treintena. Para ellos, los conocimientos técnicos en programación, por citar un ejemplo, no suponen una obligación, sino una expresión del mundo en el que se desenvuelven desde que tienen uso de razón. Sin entender esas cuestiones no podrían moverse con la soltura con la que lo hacen en el mundo digital. 

Si quieres entenderlos has de hablar su idioma, y su idioma es la tecnología o, lo que es lo mismo, la ciencia. Porque, como nos recuerda el dirigente español de IBM, Juan Antonio Zufiría, hoy viven el 99% de todos los científicos de la historia de la humanidad o tiene más tecnología un coche fabricado en 2015 para que conduzcan jovencitos con su carnet recién sacado que el propio Apolo 11, que consiguió alunizar en 1969. Por no mencionar que cualquier chico de la generación z tiene en su smartphone más capacidad de computación que todos los ordenadores que permitieron a los rusos lanzar el satélite Sputnik al espacio.

Los tecnólogos insisten en que entre 2030 y 2050 la ficción se hará realidad y la inteligencia artificial superará al ser humano. Como nos recuerda Shushanik Papanyan, la automatización está penetrando en actividades tan humanas como el razonamiento o la percepción, desplazándose, por tanto, desde el sector manufacturero al de servicios. El blockchain dejará sin trabajo a los notarios. Los chatbots están ya vaciando de personal los departamentos de atención al público. La impresión aditiva cambiará la vida de las factorías y el hacking exige jubilar a muchos policías y jueces para hacer frente con garantías al cibercrimen. El big data reinventará el marketing y la forma de fidelizar a clientes.

Por ello quédate con que zettabytes es una medida para almacenar datos y que además sus primeras letras son el apelativo con el que se conoce a una nueva generación. Ambos, esa medida y esos jóvenes, son sinónimos de altas capacidades y no se explican sin la importancia de la ciencia. Así que nada de tirar esos viejos manuales de álgebra que acumulan polvo en tu armario porque son más necesarios que nunca. 


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