(este artículo se publicó originalmente el día 13 de noviembre de 2017 en el diario La Información dentro de la columna #serendipias)
Este otoño también han vuelto a la actualidad las
teorías económicas de la llamada “racionalidad limitada” con motivo del nuevo
Nobel. No todo es matemática sino que en ocasiones los sentimientos nos llevan
a tomar decisiones alejadas del sentido común, afirman los laureados profesores
americanos Khaneman y Thaler. Puede parecer que la ausencia de lógica y la
preponderancia de las emociones nos lleva inexorablemente a equivocarnos.
Veamos algunas serendipias en el mundo empresarial para darnos cuenta de que no
siempre la racionalidad es el camino del triunfo.
La mítica marca Levis nació como una empresa que
fabricaba un material para las tiendas de campaña de los mineros pero la
casualidad de que un operario se quedase sin pantalones y tuviese que
usar ese tejido permitió describir las bondades del denim que hoy sigue
arrasando. También la Coca Cola comenzó fracasando ya que la bebida era un
jarabe para los males de estómago hasta que unos clientes de la farmacia de
John Pemberton en Atlanta decidieron llevarla de la botica a los bares.
Pero no hay que irse a Estados Unidos para encontrar
ejemplos de cómo las casualidades ayudan a triunfar. El Ganso es una marca de
moda española de éxito fundada por dos hermanos en 2004. Clemente Cebrián me
contó un día paseando por la playa de Hendaya que en un viaje con sus padres a
Praga descubrió por azar una vieja tienda de zapatillas del ejército checo. Les
gustó tanto que encargaron a este establecimiento la primera colección de sus
famosas zapatillas blancas con rayas rojas y azules convertidas hoy en un clásico
que se venden a 40 euros en medio mundo.
En septiembre, Félix Ruiz, el fundador de la red
social Tuenti e inversor de referencia en Job&Talent, estuvo en
Deusto Business School. Se sinceró con la audiencia explicando la preocupación
que le invadió cuando vio que los números no salían en la startup de búsqueda
de empleo que él había conseguido fondear con varios socios capitalistas. Por
ello, decidió buscar una empresa para recomendar a esos mismos inversores que
metieran dinero y obtuviesen así retorno inmediatamente. Con tan poco tiempo
solamente se le ocurrió la marca de un par de gafas de sol que tenía junto a su
ordenador. Hawkers con un modelo de negocio muy sencillo, gafas de moda a 20
euros, empezaba a dar buenos números. La inversión promovida, permitió
que la empresa óptica de Elche sea hoy líder mundial y pueda contratar como
modelo al mismísimo Leo Messi. Pero lo más importante para nuestro amigo Félix
Ruiz, es que él ha mantenido su prestigio.
No es fácil acertar en los negocios, por ello
solamente el tiempo nos dirá si la decisión de la señora Botín de comprar un banco
por un euro fue lógica, un error o pura serendipia.
Iñaki Ortega es doctor en economía y
director de Deusto Business School
No hay comentarios:
Publicar un comentario