(este artículo fue publicado originalmente en el suplemento Innovadores del periódico El Mundo el día 14 de abril de 2015)
Se ha puesto en marcha un reloj que no
dejará de andar hasta que termine este año. El calendario electoral en España,
con elecciones en los tres niveles administrativos en los próximos meses, nos
aboca a que las noticias estén monopolizadas por el contraste de las propuestas
de los diferentes partidos políticos. La lentitud con que la recuperación
económica se está capilarizando en la economía real y en la percepción de la
ciudadanía, está provocando que el debate esté virando hacia la economía, cómo
crear empleo y mejorar las condiciones de vida de los españoles. Todos
los partidos y candidatos hablan, en una suerte de déjà vu (para los que tenemos algo de memoria) de términos como
innovación, emprendedores, fiscalidad, trabas administrativas, inversión,
autónomos y talento.
Por ello me atrevo desde la
independencia de la academia y con la vista puesta en las mejores prácticas de
los territorios más dinámicos del mundo a proponer a las diferentes fuerzas
políticas algunas ideas que les ayuden a ser consideradas como el partido de la
innovación.
Hace unas semanas en la celebración del décimo
aniversario de la agencia pública Madrid Emprende, elegida por el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) como modelo de referencia de fomento del
ecosistema emprendedor para trasferir a Latinoamérica, se puso de manifiesto
las 3 Es sobre las que se sustenta su éxito: equipo, estorbos y ecosistema.
Personas motivadas, preparadas y emprendedoras trabajando para eliminar
los obstáculos a los que se enfrentan las nuevas empresas. Con instituciones y
grandes corporaciones que son capaces de alinear sus intereses para lograr que
las innovaciones de los emprendedores sean buenas para sus negocios, el territorio
y la ciudadanía.
En Deusto
Business School llevamos años formando a directivos públicos de todos los
partidos políticos a través del PLPE (programa de liderazgo público en
emprendimiento e innovación) con el concurso de la Fundación Rafael del Pino.
Nuestra experiencia nos lleva a concluir que no hay unos participantes que sean más proactivos a aprender
que los servidores públicos. Por tanto no dejemos de repetir que no es
necesario volver a inventar la rueda sino que basta con tener ganas de
aprender, de mirar a nuestro alrededor con ánimo no destructivo y actuar en
comandita y con coherencia. Solo así conseguiremos, no tener el partido de la
innovación a quien votar, sino algo mucho mejor, el país de la innovación que
tanto necesitamos.
Iñaki Ortega es profesor de la Universidad de Deusto y
autor del libro “Políticas Públicas para los Emprendedores”.
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