(este artículo se publicó originalmente en el diario 20 minutos el día 23 de septiembre de 2019)
No
exagero si te digo que hoy en el mundo existen solamente dos clases de
personas, las que adoran a Greta y las que la odian. Para muchos una
superheroína que salvará a nuestro planeta y para otros simplemente un
producto de marketing, un juguete al servicio de los lobbys. Una valiente niña
que se ha enfrentado al poder establecido por una buena causa o bien una
bandera facilona que levantar para lavar conciencias de acomodados ciudadanos
del primer mundo.
Si
no tienes ni idea de qué estoy hablando y el nombre de Greta te suena a chino
me temo que contigo aparece un tercer grupo de personas en el mundo, los que no
ven la televisión, ni la prensa, ni las redes sociales. Supongo que te habrás
despistado esta temporada y quiero pensar que por ello se te ha escapado el
fenómeno mundial de Greta así que te voy a recordar quién es esta chica. Greta
Thumberg saltó a la fama hace algo más de un año en Suecia, poco antes de las
elecciones de ese país, Greta con 15 años, dejó de ir al colegio y se puso en
huelga para que los políticos suecos, en campaña electoral en ese momento, hiciesen
algo más para luchar contra el cambio climático. La imagen de una débil niña
con una pancarta para frenar el calentamiento global se hizo icónica y pasadas
las elecciones decidió seguir todos los viernes con su protesta a la que se
unieron cientos de niños en su país pero también en el resto de Europa. Así
nació, este pasado otono, el movimiento FFF (fridays for futuro) que se
extendió como una mancha de aceite por todo el mundo convirtiendo a Greta en la
niña más famosa del planeta en este momento. Asistió a la cumbre de Davos, ocupó
la tribuna de oradores en el Congreso de Estados Unidos y en la Asamblea de
la ONU. Se ha reunido con Barack Obama y con el presidente Macron. Hasta está
nominada para el premio Nobel de la paz. Estos días ha convocado una gran
huelga mundial por el clima, verás las imágenes de sus movilizaciones a lo
largo y ancho del mundo. Todos nos preguntamos cómo es
posible si sólo tiene 16 años y además es una niña que padece el síndrome de
asperger, una especie de autismo.
Un compañero profesor que viaja habitualmente a Noruega me ha
contado que el fenómeno ya ha superado a Greta y muchos nórdicos han dejado de
viajar en avión por turismo. Un reciente estudio ha puesto de manifiesto que el
5% de las emisiones de CO2 tiene por origen los combustibles fósiles quemados por
los vuelos comerciales; este año en Suecia por primera vez en la historia han
bajado los viajeros de las compañías aéreas. La canciller Angela Merkel, esta misma
semana ha aprobado un ambiciosos plan para reducir hasta en un 55% las
emisiones de CO2; Alemania dedicará 54.000 millones de euros para acelerar la
transición hacia una economía más sostenible. La influencia de Greta se deja
sentir. Unos dicen que detrás de ella solamente hay grupos de interés para desestabilizar
Occidente porque mientras tanto China sigue aprovechándose en términos de
competitividad de saltarse todos los compromisos en este campo; otros que las
criticas a la niña vienen bien financiadas por la industria del petróleo.
En
cualquier caso ahora que ya sabes quién es Greta puedes elegir en qué grupo
quieres situarte. Yo ya lo he decidido.
Iñaki Ortega es director de Deusto Business School y profesor de la UNIR
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