(este artículo se publicó originalmente en el periódico 20 Minutos el día 13 de octubre de 2025)
Ayer domingo se celebró el día de la Fiesta Nacional de España. Una fecha indispensable para todos los españoles y los que viven en nuestro país. También, un motivo de orgullo porque pocas naciones en el mundo acumulan las hazañas de España. El Descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492 es la excusa y al mismo tiempo el símbolo de lo que los españoles hemos sido capaces de hacer a lo largo de la historia. Una empresa liderada por una mujer –la reina Isabel– que exigió movilizar tecnología, recursos y talento de todo el mundo conocido, para crear una comunidad hispana de 500 millones basada en el mestizaje. No se entiende el mundo sin España, sin su ambición y coraje en sus expediciones por el mundo –Elcano o Hernán Cortes– o ya sea en el arte, la cultura y el deporte –Velázquez, Cervantes, Balenciaga o Nadal–. Por supuesto en la ciencia –Ramón y Cajal con las neuronas, Isaac Peral con el submarino, De la Cierva con el helicóptero o Margarita Salas con el ADN–, así como en la defensa de su personalidad y territorio –las batallas de Covadonga, las Navas de Tolosa o Bailén–. También una nación que ha sido capaz de transitar por la historia sin romperse y buscando la concordia tras muchas tragedias como la guerra de la Independencia, las guerras carlistas o la Guerra Civil.
Por eso, hay que felicitar a los españoles, también a todos los que viven en España, porque es una suerte pertenecer a un país con toda esa historia detrás y la que le queda por hacer. Difícil encontrar un país hoy en el planeta con unos estándares de calidad de vida tan altos; con una esperanza de vida que es la envidia gracias a su sistema de salud; con un estado del bienestar que garantiza las mejores pensiones públicas y las ayudas a los que lo necesitan; con una estilo de vida alegre y disfrutón que se palpa en cualquier calle y un país de los más seguros del mundo con unos índices de criminalidad inéditos para los que nos visitan.
Así es, por eso son apenas unos pocos millones –tres– los españoles de la diáspora y en cambio se triplican los extranjeros que optan por hacer su vida aquí. No se equivocan y por eso están de enhorabuena y este domingo también fue su día. Al igual que los casi cien millones de turistas –98 millones– que según las previsiones visitarán España este año 2025. Felicidades por elegir nuestro país y felicidades por querer disfrutar, como nosotros lo hacemos, de playas, volcanes, montañas, valles y bosques o sitios inolvidables como Toledo, la Alhambra en Granada, El Prado en Madrid, la Sagrada Familia en Barcelona, el Guggenheim en Bilbao, la ruinas romanas de Mérida, el Obradoiro en Santiago o el Acueducto de Segovia. Felicidades por levantarse cada día en un país que gracias a la Transición y a su "libertad sin ira" sigue hermanado cuando el destino se lo requiere como en la pandemia, la DANA de Valencia o el apagón. Que no se nos olvide. Felicidades.
Iñaki Ortega es doctor en economía en UNIR y LLYC
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