martes, 15 de septiembre de 2020

Ojalá

 

(este artículo se publicó originalmente en el diario 20 Minutos el 7 de septiembre de 2020)

 

Los colegios permanecerán abiertos durante todo el curso y los niños no contagiarán a sus familias. En octubre, el pico de todos los años de la gripe no se notará apenas, gracias a las medidas preventivas por la pandemia. Los ERTEs se prorrogarán hasta 2021 y todos los trabajadores volverán a sus empleos una vez que pase la crisis. Los bares y los pequeños negocios volverán a la normalidad con el nuevo año. Los bosques no arderán. Las empresas de sectores como el turismo y el transporte recuperarán sus ingresos porque volveremos a viajar. Nunca nadie minusvalorará el sufrimiento de las víctimas del terrorismo. Las residencias de mayores serán los lugares más protegidos frente al coronavirus. Iñigo volverá a sus partidos de futbol de los sábados por la mañana. Los gobiernos pactarán las políticas con la oposición. Ningún adulto mayor estará solo este otoño porque se organizarán redes de voluntarios para acompañarlas. Oscar volverá sin miedo a la oficina. Los sanitarios tendrán todos los medios materiales para luchar contra esta epidemia. La paz llegará al Líbano. Todos seguiremos fielmente las recomendaciones de las autoridades para evitar contagios. Ninguna mascarilla estará tirada por el suelo. Nadie empuñará un arma contra nadie. La vacuna para la covid19 se dispensará antes de Navidad a cientos de miles de compatriotas. No habrá botellas de plástico en las playas o ríos. Mi hija jugará con sus amigas en el patio todo el año. Los homenajes a los terroristas serán prohibidos.  Los tratamientos para curar la SARS-CoV-2 serán eficaces y estarán disponibles en todos y cada uno de los hospitales del país. España volverá a ser el destino preferido en el mundo para pasar las vacaciones, estudiar y trabajar. El Rey volverá de Abu Dabi. Los centros de día para los enfermos de Alzheimer no bajarán la persiana. Ningún policía volverá a matar un indefenso joven de color. Los abuelos besarán de nuevo a sus nietos. Las chicas no serán menos que los chicos. Volverán los conciertos.

 La psicología ha dedicado mucho más tiempo a estudiar los aspectos negativos del comportamiento del ser humano (la ansiedad, la depresión o el pesimismo) que a enfocarse en aquellos que redundan en el bienestar humano. A finales del siglo pasado la llamada psicología positiva vino a cubrir este vacío centrándose en el estudio de las bases del bienestar humano. Martin Seligman, uno de los autores más destacados de esta escuela, concluye que la felicidad tiene mucha relación con estar contentos y para ello hay un elemento clave: la positividad. Adoptar un punto de vista optimista y asumir una visión positiva de lo que ha pasado y lo que va a suceder, nos acerca a la felicidad. Pero, además, como todos sabemos, si apostamos firmemente porque algo pase, en ocasiones se consigue. Así que, no tenemos nada que perder, seamos optimistas este curso que ahora empieza.

 Iñaki Ortega es director de Deusto Business School y profesor de la UNIR

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